Bruselas - Los gobiernos europeos han reconocido la necesidad de “redoblar esfuerzos” y avanzar de forma “significativa” en el cumplimiento de los “los compromisos más vinculantes” que asumieron para participar en la cooperación permanente en defensa (PESCO).

Los ministros de Defensa de la UE hicieron ayer balance de la PESCO, que impulsaron un total de 25 países a finales de 2017 -todos salvo Reino Unido, Dinamarca y Malta- para avanzar más rápido en la integración en defensa, a partir de un informe que les presentó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, el cual no se ha hecho público por motivos de confidencialidad.

Se evaluó tanto el avance de los proyectos -se han aprobado 34 hasta ahora- como el grado de cumplimiento de la veintena de objetivos vinculantes que se comprometieron a asumir los países para poder entrar en la PESCO, incluido el aumento del gasto en defensa y para participar en proyectos colaborativos y poner a disposición fuerzas para operaciones y que deberán cumplir plenamente para 2025.

Solo cuatro de los 34 proyectos aprobados hasta ahora comenzarán a materializarse este año y apenas doce alcanzarán su capacidad operativa inicial en 2022, aunque también quedan “retos pendientes” para cubrir las carencias de personal y la disponibilidad de fuerzas para las operaciones de la UE, poner en marcha proyectos más dirigidos a reforzar la base tecnológica e industrial del sector en Europa, así como presentar proyectos “más maduros”.

En cambio, se valora el aumento del gasto en defensa agregado -subió del 3,3% en 2018 al 4,6% en 2019-y el hecho de que los países han empezado a utilizar más las nuevas herramientas para planificar la defensa, como la revisión coordinada anual en defensa, el plan de desarrollo de capacidades de la UE revisado y el programa de ayudas a la industria.

Fuentes diplomáticas aseguran que hay “cierta decepción” entre los países con más ambición en la PESCO, que a priori no se concibió para tantos países, dado que se trataba de avanzar de forma ambiciosa en la integración en defensa, tanto para lanzar misiones como desarrollo de capacidades militares. Pero, finalmente, la tesis de ser inclusivos que primaron Alemania y otros se impuso frente al criterio de Francia y España, más partidarios de restringirla a los países con vocación de asumir compromisos más exigentes, por ejemplo para poner en marcha operaciones militares de alta intensidad.

Recomendación En la recomendación aprobada ayer por los ministros de Defensa, dejan claro que los países deben reforzar “aún más en los próximos años” sus presupuestos para defensa y las inversiones conjuntas, así como “redoblar esfuerzos” y avanzar de forma “significativa” para cumplir “los compromisos más vinculantes” de la PESCO. Para ello remitirán sus planes nacionales actualizados como muy tarde para el 10 de enero de 2020.

Los ministros de Defensa insisten en el objetivo de “afrontar las deficiencias de capacidad y atender las prioridades definidas en el Plan de Desarrollo de Capacidades” y cumplir el compromiso de participar en programas de equipos, “comunes o europeos, de gran envergadura en el marco de la Agencia Europea de Defensa y producir un impacto positivo sobre la base industrial y tecnológica de la defensa europea”.

Los gobiernos se comprometen a mejorar la información que aportan a través de sus planes nacionales para detallar cómo van a ir cumpliendo sus compromisos y piden centrarse en “la ejecución rápida y eficaz de los proyectos”, prometiendo “coherencia” entre el Plan de Desarrollo de Capacidades de la UE y la Planificación de Defensa de la OTAN “en la medida en que coincidan las necesidades”. - E. Press