La primera ministra británica, Theresa May, “lamenta profundamente” que Reino Unido tenga que participar en las elecciones europeas del 23 de mayo y fija sus esperanzas en terminar el proceso del Brexit a tiempo para evitar que los eurodiputados tengan que tomar posesión de sus escaños en julio.

Después de semanas jugando con la posibilidad de llegar a un acuerdo del Brexit entre el partido conservador y laborista para evitar que el Reino Unido participara en las elecciones, el Gobierno británico hizo ayer una declaración formal confirmando que era imposible evitar la celebración de los comicios.

Un portavoz de la primera ministra apuntó a que la líder entiende que “muchos miembros del público sentirán una gran frustración por esto” y lamentó que el parlamento había tenido varias oportunidades de votar para salir de la UE, pero lamentablemente ninguno de esos votos consiguió ser aprobado.

El equipo de la primera ministra reconocía que “no queda tiempo suficiente” para que el Parlamento de Westminster ratifique el acuerdo de salida de la Unión Europea, aunque conservadores y laboristas volvieron a retomar ayer por la tarde las negociaciones con las que esperan llegar a buen puerto.

salir lo antes posible En la misma línea, el número dos del Ejecutivo británico, David Lidington, tildó de “lamentable” no poder ratificar a tiempo el acuerdo final de salida del bloque común, por lo que legalmente Londres se ve obligado a participar. El conservador trató de quitar hierro al asunto, diciendo que el gobierno de May trataría de que el retraso sea “lo más corto posible”.

Lidington apuntó a que el gobierno ahora espera que el acuerdo del Brexit sea aprobado antes del martes 2 de julio, fecha en la que los eurodiputados tomen posesión de sus escaños en el nuevo Parlamento europeo. Por lo que el citado político cree que sería una situación “ideal” para que los eurodiputados británicos no tuvieran que hacerlo.

Así las cosas, los británicos finalmente tendrán que elegir los 73 eurodiputados del Reino Unido, de un total de 751, que les representarán en el bloque comunitario hasta que se materialice la ruptura con la UE, prevista ahora para el 31 de octubre. Precisamente ayer terminó el plazo para que los ciudadanos de la UE que viven en Reino Unido se registrasen para poder votar en su país de acogida.

Algunos diputados a favor del Brexit están enojados por los esfuerzos de May por encontrar un compromiso con el partido laborista después de que su acuerdo fuese rechazado ya en tres ocasiones. Uno de los principales euroescépticos, Sir Bill Cash, apuntó a que “ha llegado el momento” de que la primera ministra renuncie. Pero el ministro de Hacienda británico, Philip Hammond, defendió las conversaciones entre ambos partidos, sugiriendo que el gobierno no tenía otra opción.

En el caso de Charles Walker, el vicepresidente del Comité 1922, en el que están representados los conservadores que no forman parte del Ejecutivo, apuntó a que las posibilidades de que el partido tory se recupere y respalde un acuerdo del Brexit son “muy escasas”, a la par que reconocía que no esperaba que el partido laborista apoyara el acuerdo. Su colega, Graham Brady, presidente del citado comité se reunió con May ayer por la tarde, exigiéndole un calendario para su retirada si no hay un acuerdo del Brexit.

Farage, el ganador del Brexit En una conferencia de prensa del partido del Brexit, que ahora lidera el euroescéptico Nigel Farage, defendió que una victoria de su formación en las elecciones europeas equivaldría a que el país vote por un Brexit en la OMC (Organización Mundial del Comercio), que por ahora no está sobre la mesa de negociación.

Algunos sondeos sugieren que el nuevo partido de Farage será el gran ganador de las elecciones europeas, por un margen de nueve puntos. De hecho, una encuesta para el sitio web conservador llamado ConservativeHome apuntaba ayer a que tres de cada cinco miembros tories planeaban votar por el partido Brexit. Eso daría a Farage una victoria mucho más grande que la obtenida cuando lideraba el UKIP en las últimas elecciones europeas, celebradas hace cinco años.

Su posible victoria es usada como argumento por Farage, para defender la legitimidad democrática de que su partido debe ayudar a negociar el Brexit, pues se cree convencido de que podría ofrecer “una manera muy sensata de avanzar”. Además, presumió de que algunos de los principales donantes tories estaban considerando dar dinero a su nuevo partido. Por el momento, ya han recaudado más de 2 millones de libras, con más del 95% de ello llegado de donaciones de 25 libras cada una hechas por Internet.

Los laboristas tampoco lo tendrán fácil en estos comicios, pues hubo fuertes disputas de hasta cinco horas sobre la redacción precisa de su manifiesto y las circunstancias en las que el partido que lidera Jeremy Corbyn podría apoyar un segundo referéndum.