LA ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, afirmó ayer que la “máxima prioridad” de todos los partidos de la oposición contrarios al Brexit debe ser “detenerlo”, un escenario que, a su juicio, ahora “es posible”.

Durante la sesión semanal de preguntas a la ministra principal, la líder escocesa destacó que, de las ocho mociones votadas de madrugada en el Parlamento británico (ninguna de las cuales logró prosperar), la que más apoyo reunió fue la de celebrar un segundo referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). “Todo este proceso gracias a los tories (conservadores) es ahora tal desastre que detener el Brexit por completo debe ser nuestra máxima prioridad. Y, además, ahora es posible”, señaló.

En su opinión, la única opción disponible es que el Gobierno de la conservadora Theresa May “ponga la cuestión de nuevo en manos de la gente”, en alusión a la convocatoria de una segunda consulta. “Es el momento de que (May) acepte que su acuerdo está muerto. Es el momento de mirar hacia delante y responder a la moción que ayer tuvo más votos, la de un segundo referéndum”, indicó.

Respecto al anuncio que la primera ministra británica hizo el miércoles de ofrecer su dimisión a cambio de que sus compañeros de partido apoyen el acuerdo del Brexit negociado con la UE, Sturgeon consideró que debe ser “la única líder de la historia reciente que ha intentado caer sobre su propia espada y ha logrado errar”.

El presidente (Speaker) del Parlamento británico, John Bercow, dio ayer luz verde a que el Gobierno someta hoy a votación por tercera vez el tratado de salida de la Unión Europea (UE) acordado con Bruselas. La nueva moción que presentaba el Ejecutivo ante la Cámara de los Comunes cubre solo los términos del acuerdo de salida, y no la declaración política sobre la futura relación que lo acompaña, por lo que Bercow considera que la votación es distinta a las dos anteriores y permitirá que se lleve a cabo. En enero y en marzo se sometió a votación el tratado y los documentos que lleva asociados, que fueron rechazados por una amplia mayoría en ambas ocasiones. Aprobar solo el acuerdo, que detalla los términos del divorcio, evitaría previsiblemente que el Reino Unido se vea abocado a un Brexit no negociado el 12 de abril y retrasaría la fecha de salida hasta el 22 de mayo, tal como establecieron los líderes comunitarios en la última cumbre europea.

FALTA UN PAQUETE DE DOCUMENTOS En ese plazo, el Parlamento británico debería todavía ratificar el paquete completo de documentos, que incluye la declaración política.

Se trata de un texto que no es legalmente vinculante y en el que se establecen las líneas básicas del tipo de relación que ambas partes esperan forjar tras la ruptura.

La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, no tiene todavía una mayoría garantizada para que se apruebe el acuerdo.

En un último intento por sumar apoyos entre el ala euroescéptica de su formación, ofreció el jueves dimitir antes de que comience la próxima fase de las negociaciones con Bruselas si el acuerdo es respaldado. Un grupo de tories euroescépticos aún no se ha mostrado a favor de aprobar el texto y el norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), cuyos votos son claves para que May tenga mayoría, recalcó el miércoles que continúa oponiéndose.

Si la primera ministra no recaba esos apoyos en las próximas horas, debería contar con un número suficiente de diputados laboristas rebeldes que apoyen el acuerdo para lograr su aprobación.

Por parte de la Unión Europea no se considera un problema que la Cámara de los Comunes solo vote el acuerdo de retirada y no se pronuncie sobre la declaración política para la futura relación entre Londres y Bruselas. Fuentes del Consejo recalcaron ayer que aprobar el documento sobre los futuros vínculos entre el club comunitario y el Reino Unido “no ha sido una condición en absoluto” para la UE.

De hecho, en las conclusiones de la cumbre europea de la semana pasada en la que se retrasó el Brexit se señalaba que se concedía una extensión hasta el 22 de mayo, “siempre y cuando el acuerdo de retirada sea aprobado por la Cámara de los Comunes” esta semana, sin menciones a la declaración política.

En los últimos meses, con el Brexit estancado por la negativa de la Cámara de los Comunes a ratificar el pacto de retirada, la Unión Europea se ha mostrado dispuesta a revisar la declaración política para plasmar en ella una relación más cercana con el Reino Unido.

Sin embargo, el club comunitario ha descartado en numerosas ocasiones reabrir el acuerdo de retirada, que se votará por tercera vez hoy viernes en el Parlamento de Westminster.