Uno de los empresarios de cultivo agrícola, responsable de la plantación de cáñamo que ha sido destruida en Artajona y en Olite,Artajona y en Olite ha opinado esta tarde a la llamada de este periódico sobre la operación policial que le ha dejado en la ruina y ha defendido su actuación en el negocio.
"Para mí todo esto es una injusticia, un gran error, pero no puedo decir nada más porque el asunto estará judicializado y me tendré que defender ante un tribunal", respondió el vecino de Artajona.
"Las autoridades competentes sabían que nuestra plantación era de cáñamo industrial, no era marihuana como se ha difundido porque la parte psicotrópica de la planta era menor, y se trataba de semilla certificada por la Unión Europea que iba destinada para usos permitidos", concluía el agricultor para defender la legalidad de su actuación sin querer detallar más sobre la plantación y fines.
El hombre, al igual que los otros arrestados, está en libertad a la espera de que concluya la investigación judicial y se celebre juicio.
La Policía Foral y la Guardia Civil de Navarra han desmantelado en una operación conjunta la mayor plantación de Europa de cáñamo, cannabis sativa, destinado al tráfico de drogas. La operación ha permitido detener a tres personas en Navarra y se ha investigado a otras dos en la CAV. Se trata de un vecino de una localidad de la merindad de Olite de 53 años, un vecino de Pamplona de 25, un cántabro de 55 años (estos tres, con algún tipo de antecedente policial) y dos vecinos de Bilbao de 35 y 44 años (sin antecedentes). Los arrestados se encuentran ya en libertad. En total se han destruido 415.000 plantas que podrían haberse vendido por 30 millones de euros para su procesamiento en CBD (cannabidiol) y otros derivados, que una vez procesado alcanzarían los 100 millones de euros en el mercado.
La investigación comenzó a mediados del año pasado cuando un agente descubrió una importante plantación de cáñamo de dudosa legalidad. En ese momento comenzaron las investigaciones entre ambos cuerpos policiales en las localidades de Artajona y Olite, donde encontraron 11 fincas de cultivo de cáñamo con unas 415.000 plantas y que ocupaban una extensión de 67 hectáreas.
El responsable del cultivo, había dado una aparente legalidad de las plantaciones realizadas, comunicando a los agentes que el destino era el aprovechamiento de cáñamo para uso industrial. Sin embargo, la inversión económica que este hombre había realizado, así como el destino final de esas plantas a países como Suiza o Italia, conocidos por el procesado de las plantas para la elaboración de productos derivados de CBD, una actividad prohibida en España, hizo sospechar a los investigadores.
Para ello, los detenidos habían preparado una gran nave industrial en la localidad de Artajona, que equipó con un sistema de ventilación y de temperatura para el secado de las plantas.
En el transcurso de la investigación se tuvo conocimiento de que un camión cargado de estas plantas ya secas, iba a partir destino a Italia, por lo que se procedió a la interceptación de ese envío cuando salía de la nave "secadero". En su interior se intervinieron unas 23.000 plantas de cannabis. En el registro del interior de la nave se hallaron otras 13.000 plantas de marihuana en proceso de secado, que arrojaron un peso total de 50.740 kilos. Estas plantas ya han sido destruidas tras la autorización del Juzgado de Instrucción número 1 de Tafalla.
Posteriormente, se procedió al corte y destrucción del resto de plantas que se encontraban aún sin recolectar, y que sumaban unas 375.000 más. En total se han incautado 415.000 plantas de cannabis sativa, tres personas han sido detenidas en Navarra y otras dos han sido investigadas en Bizkaia. Pretendían vender la cosecha obtenida por un importe aproximado de 30 millones de euros a empresas situadas en el extranjero, donde se procesarían las plantas y cogollos para obtener CBD y otros derivados, cuyo valor en el mercado final rondaría los 100 millones de euros.
En la operación han participado agentes de la Policía Foral adscritos al Grupo de Delitos Contra la Salud, junto con a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Guardia Civil.
Para las labores de trasporte a los centros autorizados y para la destrucción in situ de las plantaciones, los investigadores contaron con el apoyo y colaboración del CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado).