Bilbao. El malestar generado en el seno de la Ertzaintza tras la comparecencia del consejero de Interior Rodolfo Ares el pasado viernes en el Parlamento Vasco no ha hecho más que aumentar con el paso de los días. La denuncia que realizó de los índices de absentismo en la Er-tzaintza, que cifró en un 12% de la plantilla y en 900 agentes que, según él, faltan a su trabajo cada día, ha caído como un jarro de agua fría entre los agentes. Sobre todo, por la imagen negativa que traslada de los mismos sin pararse a analizar los motivos detrás de las bajas laborales. El punto álgido de indignación lo marcó ayer el sindicato CC.OO. cuando aseguró que "le vamos a hacer pasar un infierno si sigue bailando sobre un saco de mentiras y manipulando datos con una intencionalidad canalla".
Pese a su referencia a las llamas sulfúricas, las palabras pronunciadas por el portavoz de la central Roberto del Agua en rueda de prensa en Bilbao no pueden achacarse al calentón del momento. Días después de la comparecencia realizada por Rodolfo Ares a petición propia, la conclusión no puede ser más desalentadora: "el consejero se ha cargado la esperanza de cambio entre los ertzainas", valoró.
El representante sindical acusó al titular de Interior de "mentir, manipular y decir falsedades en sede parlamentaria". "Se despachó diciendo, con otras palabras, que en la Er-tzaintza somos un atajo de jetas y que no cumplimos con nuestro trabajo", dijo. Enarbolando el casco de un agente, aseguró que ayer "tocaba defender a los trabajadores que llevan ese casco, a los que ha insultado este cargo político".
Entre las razones detrás de los índices de absentismo, y que el consejero de Interior eludió citar en su alocución, Roberto del Agua apuntó la "incapacidad en el mando de algunos de los responsables policiales"; "el desgaste físico" provocado por el excesivo peso que llevan a diario los agentes; la "sensación que tiene el ertzaina de calle de que su trabajo es inútil, porque sólo trabajamos para llenar las estadísticas del consejero de turno"; y los problemas psicológicos, junto con lo que definió como "estar quemado".
Por todo ello, el portavoz de CC.OO. reclamó a los partidos políticos que exijan al Gobierno vasco la elaboración de "un mapa de la baja" de la Ertzaintza en el que se detalle en qué grupos y unidades se han registrado esas bajas en los últimos diez años, para vincularlo "a unos mandos concretos y así llegar hasta el final" del problema.
Las críticas sindicales a las afirmaciones de Ares han sido constantes desde el pasado viernes. La mayoritaria ErNE le acusó de "desplegar una cortina de humo" para no afrontar la ampliación de la plantilla y ESAN censuró que el consejero "pone a los vascos contra la Ertzaintza". Ayer mismo, ELA difundió un comunicado en el que instó a Rodolfo Ares a "reconocer que se ha equivocado al utilizar esta delicada cuestión como instrumento político".
Visto lo revuelto que está el ambiente entre los agentes sociales, el PNV ha reclamado que éstos expongan su malestar sin intermediarios, con su propia voz, ante la Comisión de Instituciones e Interior del Parlamento Vasco. El parlamentario jeltzale Mikel Martínez justificó a través de un comunicado esta iniciativa "ante el malestar provocado en el colectivo de ertzainas por las imprudentes declaraciones realizadas por el consejero de Interior". Por ello, consideró "pertinente dar voz a la representación sindical para conocer de primera mano los datos y opiniones que puedan ofrecer".
respeto perdido La comparecencia de Roberto del Agua, de CC.OO., fue prolija en titulares. Así, afirmó ayer que Rodolfo Ares "es el consejero de la pegatina y el gorrito", en referencia a que, desde su llegada a Interior, "sus únicas actuaciones han sido colocar una pegatina en los coches patrulla y repartir unas gorras compradas" por los anteriores responsales de la Consejería.
Del Agua concluyó apuntando que actualmente los sindicatos tendrían "enormes dificultades" para justificar cualquier acuerdo con una persona "que actúa de esta manera y que, además, no tiene ni un punto de fiabilidad. Con mentiras y manipulaciones, no va a ninguna parte", zanjó.
El sindicato ELA se sumó ayer a estas críticas y preguntó a Rodolfo Ares "¿por qué en estos momentos ha trasladado a la opinión pública una imagen tan negativa del colectivo?". El resultado es, según su parecer, que el consejero "ha perdido el respeto de los y las ertzainas para siempre".
La central abertzale no ahorró calificativos para el titular de Interior: "demagogo, populista e irresponsable" fueron tan sólo algunos de ellos. Consideró que "un buen político o incluso uno mediocre, antes de acusar a 900 ertzainas -y por extensión a 8.000- de ser vagos e insolidarios, tiene que analizar la situación y sus causas".
Para ELA, las razones del absentismo incluyen la edad creciente de los agentes, la relación con los mandos, el exceso de burocracia, los destinos, el tipo de puesto de trabajo y el tamaño de las unidades y grupos. Rechazó además que existan 900 er-tzainas de baja diariamente, ya que, según sus cálculos, esa estimación se quedaría en tan sólo la mitad. Acusó por ello a Ares de "manipular y engordar" las cifras.