La familia de Celina Heras González, recientemente fallecida, desde lo más profundo del dolor por su ausencia, queremos agradecer la inconmensurable calidad humana ofrecida por la plantilla del hospital de Santa Marina de Bilbao, donde transcurrió sus últimos días.

Desde el primer al último momento, desde todos los niveles y estamentos, el trato recibido, tanto por la enferma como por sus familiares, ha hecho mucho más llevadera una de las situaciones más difíciles que a una familia le toca sufrir, como es el fallecimiento de una esposa, una madre, una amama.

Por lo que hemos experimentado estos días, sabemos que desde cualquiera de sus categorías y tareas, el personal de limpieza, personal de administración, todo el personal sanitario -celadoras y celadores, auxiliares, personal de enfermería y médico- que ha atendido a nuestra familiar, son quienes de verdad se enfrentan a la realidad sanitaria del entorno. Y también sabemos que más allá de los conocimientos que cada profesión requiere, están las cualidades que aporta el factor humano, como la empatía, la cercanía, la paciencia, el cariño… que no se adquieren ni en el mejor centro de formación porque forman parte de lo que forja a las personas; y de todo eso van sobradas las personas trabajadoras del hospital, a pesar de que frecuentemente no encuentran la cobertura institucional que necesitarían a la hora de realizar su trabajo haciendo frente a grandes problemas estructurales: sobrecargas de trabajo por plantillas insuficientes, jornadas interminables y mucha precariedad en sus contratos; eso es lo que hemos visto.

Las mejores palabras nunca serán suficientes para expresar nuestro inmenso agradecimiento, y por ello queremos dejar constancia de la necesidad del apoyo que todos los equipos humanos necesitan por parte de las instituciones para que la sanidad pública ofrezca un servicio, no sólo de mucha calidad, sino de excelencia. Muchas Gracias.