BILBAO. Pertenece a una saga familiar de actores y directores de cine, los Ozores. Desde hace cuarenta años, cuando rodó su primera película, los escenarios y los platós se ha convertido en su hábitat. Ha compaginado a partes iguales los tres medios: cine, teatro y televisión. Y en los tres se siente cómoda y contenta, lo suyo es contar historias y dar vida a mujeres casi siempre muy pasionales. En televisión hay un personaje que no olvida ella y tampoco los espectadores, el de la madre de Manolito Gafotas: “Una mujer muy real, como muchas de las que habitan nuestros pueblos y ciudades, una mujer muy de verdad”, dice sonriendo mientras recuerda la serie basada en los libros de Elvira Lindo, obras que leía a su hijo cuando este era pequeño.

¿Cómo es Macarena Godó?

-Es una mujer que da mucho, está enferma, pertenece a la clase alta de la sociedad catalana y vive ese tiempo de finales de los 60 de una forma espectacular. Como personaje es maravilloso porque en estas dos temporadas ha tenido un recorrido maravilloso. Yo me he incorporado a Velvet Colección, no vengo de la anterior etapa.

¿Cambia mucho?

-Sí. Macarena pega un salto muy grande en la serie, empieza de una manera y termina de otra. Este personaje me ha supuesto un gran cambio en lo personal y en lo profesional.

Ha trabajado en bastantes series de televisión. ¿Ha encontrado diferencias a la hora de trabajar en una plataforma digital frente a una cadena generalista?

-En lo que es en sí el trabajo, no demasiado. No demasiado como actriz, luego habrá otros matices a tener en cuenta como puede ser el presupuesto, el tiempo que se invierte en la grabación, la historia o quién te dirija. Pero si soy sincera, a la hora de afrontar el trabajo para mí ha sido igual, solo cambia la historia que se está contando y el personaje que estoy haciendo.

‘Velvet’ antes, ‘Velvet Colección’ ahora parece una historia romántica entre amores y ropa de lujo, ¿una telenovela?

-Sí. Está pensada para que guste al gran público, el tema de la moda siempre es atrayente, y qué vamos a decir del amor, de las corrupciones y líos que hay por el medio. Tiene buenos ingredientes para ser una historia romántica centrada en el mundo de la moda.

¿Cómo llega usted a esta historia?

-Yo había trabajado ya con Bambú, la productora; con ellos hice Gran Hotel. Salió la oportunidad de este personaje y me lo ofrecieron. Me encantó en cuanto vi su perfil y estoy dispuesta a seguir siendo Macarena durante un tiempo más.

En 2019 cumplirá usted 40 años en la profesión?

-¿Tantos? Pero si soy muy joven aún. Ja, ja, ja? No llevo la cuenta, supongo que te refieres a una película que hice con mi tío que se llamaba Los energéticos.

Muchas colegas suyas se quejan de la situación de la profesión: poco trabajo y también de que hay pocos papeles para mujeres maduras. Pero no parece su caso.

-Esta profesión tiene un componente de suerte muy a tener en cuenta. Uno no puede pensar que por tener más o menos talento y ser voluntarioso va a llegar a ninguna parte, hay un componente muy fuerte de suerte; yo la he tenido y la tengo.

Creía que lo imprescindible era el talento en todas las profesiones.

-No siempre, te lo digo con la experiencia que tengo en este mundo profesional. El talento no siempre es lo primero que se valora.

¿Era difícil no ser actriz con sus apellidos?

-Hay gente de mi familia con mi misma edad que no se ha dedicado a la interpretación. A Emma (Ozores) y a mí sí nos tocaron con la varita mágica de esta profesión, pero el resto de primos no, ha sido otra varita mágica la que les ha dado el toque.

¿Ayudan los apellidos?

-Absolutamente, los apellidos ayuda y mucho; sobre todo al principio. Donde yo entraba, me recibían con una sonrisa, eso es muchísimo. Es muy importante para empezar más fácilmente. Si tienes un apellido conocido, tienes muchas puertas abiertas.

Hay quien opina que el apellido a la larga es un lastre.

-Depende. Es cierto que te abre puertas y que durante un tiempo tú tienes que demostrar lo que eres, tienes que desprenderte de esa mochila que es el apellido. A veces, no siempre, pesa. En ocasiones, ni siquiera es tu mochila, pero te toca llevarla. Si juegas bien, llega el momento en el que puedes equilibrar todo ese peso y lo llevas bien. Te digo una cosa, llevar un apellido como el mío puede llegar a ser hasta chulo.

Ha equilibrado muy bien la presencia en los tres medios.

-No tengo preferencia por ningún medio. Todos son instrumentos para contar historias e instrumentos de aprendizaje. Son diferentes, pero hay algo esencial en los tres que los hace deseables, es la interpretación. Estés en el medio que estés, estás metida en un personaje. Cuando estás muy harta de uno, pasas a otro.

Siempre se dice que el teatro es el veneno de los actores. ¿Un tópico?

-Un poco sí. Eso del veneno del teatro es un poco cuento, no creo que sea tan verdad. El cine tiene un encanto que lo hace maravilloso.

Volvamos a los 60. ¿Cree que habrá tercera temporada de ‘Velvet Colección’?

-Pienso que sí, hay muchas intrigas que resolver. Quedan muchos temas pendientes. Me siento muy a gusto y espero estar en las próximas temporadas si es que las hay. Me divierto mucho con mis compañeros en plató. No deja de ser un producto muy bien hecho y estoy muy a gusto en la casa.

¿Tiene algún otro proyecto entre manos?

-Sí. Tengo cosas bonitas, pero?

?No me las va a contar, ¿no?

-Ja, ja, ja? Va a ser que no, mejor dentro de un tiempito, cuando esté todo más amarrado, son cosas de cine, eso sí que te puedo decir. Concretaremos cuando todo esté seguro, ya sabes cómo es este oficio de complicado.

Conocemos a Adriana por muchos personajes, pero hay uno que siempre irá pegado a usted, el de la madre de ‘Manolito Gafotas’.

-Por favor, eso es una maravilla y que orgullosa estoy de esa madre. Es un honor, te toca una vez en la vida ser la mamá de un niño tan increíble como Manolito Gafotas. Me leí todos los libros, se los leí a mi hijo, y me parece que son historias que tienen mucho calado?

El tono es de humor y no parecen libros para niños.

-De acuerdo, es lo que parece, pero no, son libros con profundidad. Son historias muy cercanas, con mucho sentido del humor, pero muy cotidianas. Me gusta mucho todo lo que escribe Elvira (Lindo).

Tiene usted un hijo con dos apellidos muy de la profesión Climent Ozores. ¿Va a continuar con la pasión de sus progenitores?

-Sí, pero no delante de las cámaras. Ha estudiado cine, dirección de cine, y está escribiendo. Va a continuar en la profesión pero no como actor. Ya ves, lleva en vena el veneno que tenemos parte de la familia, pero nadie te lo mete, lo meten las estrellas.

¿Cómo se siente con esta moda tan glamurosa de los 60 y 70?

-Es una moda que está en la calle. Es inteligente hacer una serie sobre cómo era esa ropa que todos queremos volver a ponernos. Es una delicadeza el trabajo que hacen los estilistas, es una maravilla.