QUÉ sucede cuando alguien pierde su pasión y talento para lo único que sabe hacer? En La sombra del actor, Simon Axler es un veterano y famoso actor de teatro que sufre de repente un bloqueo interpretativo.
Tras una penosa interpretación de Macbeth en el Kennedy Center de Nueva York, Simon no tiene más remedio que aceptar que los días de éxito pertenecen al pasado, y se ve sumido en una depresión.
En un intento por recuperar la magia, el protagonista se deja llevar por una aventura con una mujer lesbiana, mucho más joven que él, quien a su vez acaba de romper con otra mujer.
La película, que tiene ciertos puntos en común con la reciente Birdman, se basa en la novela de Philip Roth La humillación (2010). Barry Levinson, nominado seis veces al Oscar y ganador de una estatuilla por Rain Man, dirige al también oscarizado Al Pacino (El Padrino, Esencia de mujer), con el que ya trabajó en No conoces a Jack.
El reparto lo completan Greta Gerwig (A Roma con amor, Greenberg), Nina Arianda (Un golpe de altura), Charles Grodin (Beethoven), Dylan Baker (Hanna y sus hermanas), Dan Hedaya y Billy Porter.
En las novelas de Roth, lo que les sucede a los protagonistas ocurre en su cabeza, son sus pensamientos y confusión, por lo que resultan complicadas de adaptar a la pantalla. En La sombra de un actor, los guionistas se han servido del personaje de un psiquiatra, interpretado por Dylan Baker, para que Simon hable con él a través de Skype y así el público pueda conocer lo que está pensando.
El guion y la dirección de Barry Levinson también han aportado mayor ligereza y toques de humor a la película, algo que la aleja del tono grave de las novelas de Roth.
A Al Pacino, gran admirador de Philip Roth, el personaje de un actor que ha trabajado en cine y en teatro clásico le viene como anillo al dedo, ya que él mismo se ha movido en los dos campos. La novela le pareció fascinante y una historia con la que podía identificarse. “Sentía que se trataba de algo que ya estaba viviendo o del lugar al que me dirigía”, ha señalado, aunque también ha apuntado que, a diferencia de su personaje, él no tiene ninguna intención de retirarse.
El escritor estadounidense es uno de los más exitosos dentro y fuera de su país, tanto en ventas como en críticas, y su obra ha sido reconocida con numerosos premios como el Pulitzer, el National Book Award y el Príncipe de Asturias de las Letras.