La limpieza facial diaria es una rutina que deberíamos incorporar en nuestra vida si queremos mantener una piel sana, hidratada y libre de impurezas. De este modo, haremos que sea más difícil que aparezcan ojeras, arrugas o acné. Para ello, vamos a dar una serie de consejos para realizar una limpieza facial por la mañana y otra por la noche.

El objetivo de esta limpieza es librarnos de las impurezas y las bacterias que se nos adhieren debido al contacto con la polución y el maquillaje. Si limpias y cuidas tu cutis cada noche, harás que esté limpio y evitarás que aparezcan granitos y manchas, además, retrasarás su envejecimiento.

El primer paso es desmaquillarte, a ser posible con un jabón que sea neutro, para evitar que se te dañe la piel. En caso de que estés maquillada, debes hacer lo mismo, para deshacerte de las impurezas del día. El siguiente paso que debes seguir es aplicar un tónico facial con un disco.

Por último, aplícate una crema hidratante de noche o un producto específico para tratar las imperfecciones faciales, como los granitos, rojeces o arrugas.

Para limpiarnos la cara cada mañana, lo primero que debemos hacer es aplicar una leche limpiadora. Esto es importante si la noche anterior hemos realizado la limpieza facial.

Después de este primer paso, y antes de aplicar una crema hidratante ligera y acorde a nuestra piel, es importante utilizar un tónico facial para recuperar el ph neutro de la piel. Por último, si queremos podemos aplicar el maquillaje.

En Teringel, ofrecen tratamiento faciales para terminar con los problemas de cutis cuando con la limpieza facial no es suficiente. Por ello, creemos que un buen diagnóstico del problema es la base de un buen tratamiento.