El Tucson propone media docena de motorizaciones, con rendimientos escalonados desde 115 a 230 CV. En ese repertorio figuran bloques diésel y gasolina, algunos de ellos disponibles también en declinaciones con hibridación suave de 48 voltios. También figura en nómina la interpretación Hybrid, a la que se unirá en abril una segunda variante de propulsión mixta recargable en la red.

Abre el elenco de potencia, que no de precio, el gasóleo 1.6 de 115 CV, asociado a tracción delantera y a caja de cambios manual. Por encima queda la alternativa con 136 CV del mismo CRDI, provista de hibridación ligera a 48V; en ella la máquina eléctrica actúa como motor de arranque, para recuperar energía en deceleraciones y de apoyo en esfuerzos puntuales. Plantea caja manual y automática de siete relaciones, tracción delantera e integral.

La oferta gasolina comienza con la variante convencional del T-GDI 1.6 litros, con 150 CV, disponible en manual y con ambas modalidades de tracción. Hay, asimismo, variantes mild hybrid de este motor, con 150 y 180 CV; la más solvente permite elegir transmisión y dos o cuatro ruedas motrices.

La interpretación HEV, que asocia el propulsor de gasolina con un bloque eléctrico de 44,2 kW, acredita una potencia final de 230 CV. Monta caja automática de seis velocidades y oferta tracción delantera o total. En primavera saldrá a la venta la versión enchufable de este sistema híbrido, con un rendimiento de 265 CV.