COMO banderazo de salida de estos carnavales 2020, la ya tradicional Fiesta de los Sombreros Locos sirvió para la presentación de la 28º edición del Barnaval -un concurso de disfraces y ambientación dirigido a todos los establecimientos de hostelería y comerciantes de Bilbao-. Un evento que, como cada año, estuvo organizado por la treinteañera Ría del Ocio, dirigida por el bilbaino de pro Arturo Trueba en el que se rindió homenaje a Elena Marsal, otorgándole el premio Antifaz de Plata, y a Sara Odriozola, premio Colorines.

La sede de Bilbao Centro, en Indautxu, aglutinó a un buen número de hosteleros, representantes de comercios y asociaciones de la capital vizcaina y a las personas más txirenes de la sociedad bilbaina, todos ellos ataviados con originales sombreros -¡como no podía ser de otro modo!- para hacer honor a la fiesta que llenó la Villa de alegría y buen humor, pero donde tampoco faltó un cariñoso recuerdo para Esther Isabel y Carmen Zarra, antiguos miembros del jurado del Barnaval que "nos dejaron el año pasado", subrayó Arturo Trueba.

En la Fiesta de los Sombreros Locos primó la creatividad de los tocados de los asistentes, muchos de los cuales, como el de la pintora Sara Odriozola, que se afanó la noche anterior para poder lucir uno de los más originales y mejor elaborados. "Con eventos como este y el Barnaval intentamos que la imaginación entre los bilbainos y bilbainas se desborde en un ambiente festivo que se extienda no solo por el centro de la Villa, el Casco Viejo, la zona del Ensanche y García Rivero, sino también que la fiesta se extienda a los barrios como Santutxu, Txurdinaga... Además tiene la ventaja de ser un Carnaval bajo techo", explicó a DEIA Arturo Trueba, ataviado con un tocado que rugía cual león rojiblanco, quien sostenía satisfecho el cartel anunciador del Barnaval que, en esta edición, hacía referencia a la emergencia climática, "porque al ser Bilbao la capital del mundo es un tema en el que hay que trabajar decididamente", apuntó satisfecho, ante la atenta mirada de Olga Zulueta, de Bilbao Centro, de la concejala Itziar Urtasun, del director de fiestas Alberto Ruiz de Azúa y de Beatriz Marcos, que reconoció que en su etapa municipal siempre puso en valor el Barnaval, "porque es una iniciativa fantástica, un modo de hacer partícipe a los barrios de la fiesta y que la gente participe", remarcó sonriente.

Josune Goiz, del Geltoki, reconoció estar ultimando los preparativos para los disfraces que llevarán en su establecimiento que se "convertirá en una cantina mexicana. Voy a contar con mariachis y habrá photocall. La idea es que los clientes que nos visiten se diviertan y vivan los carnavales con ilusión. Además, en Bilbao cada vez hay más gente que se disfraza", apuntó esta entusiasta hostelera, satisfecha de que eventos como este den "vidilla a la Bilbao".

En esta misma línea se manifestó Jon de Miguel, de la Taberna de la Plaza Nueva, cinco veces premiado por sus disfraces: de los Simpson, los clavadistas, los magníficos de Bilbao, operación Malaya, Zipi y Zape. "Es una forma divertida de aumentar la actividad de los establecimientos", explicó convencido.

Para formar parte de esta edición del Barnaval, los locales interesados pueden apuntarse hasta el 19 de febrero llamando al 695 108 747 o mandando un e-mail a barnavalbilbao@gmail.com con los datos del local, tema elegido. Este año, el jurado del Barnaval visitará los locales participantes el 21 y 22 de febrero.