DESDE niña tuvo claro que quería crear su propia marca, pero huyendo de los productos de masa, sin personalidad con los que nos encontramos a diario. Karle Errazti de Miguel ha mamado su pasión por la moda y el diseño desde siempre; no podía ser de otra manera siendo hija de la diseñadora Mercedes de Miguel, una de sus principales apoyos. Después de un periodo de formación (es publicista y estudió diseño de moda), y de realizar prácticas en diferentes empresas, hace año y medio que Karle decidió dar un paso adelante para crear su propia empresa a la que bautizó como Le boh. “Realmente escrito no significa nada, pero fonéticamente significa los bellos, los guapos”, aclara. Se trata de una marca de accesorios modulares cortados a láser. “Los accesorios son de metraquilato, cortados a láser y con un vinilo estampado de forma digital”, explica la diseñadora.

Además de por su colorido y por su originalidad el valor añadido que aporta a quien los luces esta firma de accesorios es que los pendientes se pueden cambiar, modificar y customizar dependiendo de la ropa y de los colores de las prendas. “En el mercado hay mucho producto, pero falta de personalización, las cosas que nos hace especiales y diferentes”. Karle quería ir más allá y lo ha conseguido. “Lo que pretendo con los accesorios es que la persona que los luzca pueda adaptarlos a su día a día, al estilo...”.

Cada pieza puede ser diferente por que el láser corta unidad por unidad. Según explica la creadora lo que permite este sistema es una gran personalización, ya que las piezas son modulares y van sujetas por unas argollas que se pueden quitar y poner a gusto del consumidor. “Es como un lego de pendientes. Pones, quitas y le das un toque diferente al complemento”.

Cuando esta joven diseñadora se planteó hacer algo por su cuenta tenía claro que quería que fuera algo que no sirviera para saturar aún más el mercado. “Hay mucho producto económico, pero nada fuera de lo común. La marca tenía que aportar un valor añadido”, insiste.

El estilo Le Boh está dirigido para dar personalidad a una mujer atrevida, desenfadada, divertida y elegante... “No entiende de edades”, comenta la creadora. Además, según explica Karle los básicos en ropa se han puesto de moda ahora lo que da mucho más juego para llevar pendientes largos y de colores.

A esta artista le encantaría abrir su propia tienda en la que las clientas pudiesen salir con sus pendientes diseñados por ellas mismas. “Ese es mi sueño. Mi cabeza está todo el día trabajando”, apunta. Por el momento, a través de su página on line ofrece la posibilidad de crear pendientes: “Hay hombres que regalan una cajita con un mensaje en el interior para que sus parejas puedan crear sus pendientes a su gusto. Lo eligen ellas, lo regalan ellos”, aclara. Porque, en definitiva a Karle le encantaría que la gente valorase más los productos que son exclusivos.

FICHA

¿Cuándo? Finales de septiembre.

¿Lugar? Valle de Trápaga.

¿Qué? Le-boh.