BÉLGICA. La oferta de ocio nocturna en Bruselas es relativamente variada y, más allá de zambullirse en la tradición cervecera de Bélgica, en la capital del país también se pueden lanzar hachas en un bar, beber un cóctel sobre un ataúd o tomar una copa en una burbuja a cinco metros de profundidad en una piscina. La última novedad bruselense es un restaurante italiano llamado Osteria Romana que propone que sus clientes esnifen de postre un 1 Grammo... di Felicitá.

A cambio de 6 euros, el comensal recibe una dosis de polvo de una milenaria planta americana con sutiles proporciones de feniletilamina y anandamida que potencia la liberación de encefalina, que no es otra cosa que cacao. El doble sentido constituye una provocación, especialmente por la irónica presentación del chocolate, servido en una bolsa de plástico y anunciado en la carta junto a la leyenda para uso personal. "Hemos cogido un espejo, hemos cogido billetes de 50 dólares 44, 33 euros y lo presentamos como se debe", comentó ayer el chef Filippo la Vechia a la radiotelevisión belga RTBF.es.