A esta cocina clásica que compone la carta de Jateko Etxea le dedica todo su tiempo desde hace más de una década. Los pescados salvajes al punto, el marisco fresco y las carnes dan buena prueba de ello.

El mimo se prodiga de principio a fin llegando hasta los postres, caseros 100%. En este capítulo brilla el flan de queso, sin faltar la tarta de arroz o la cuajada con leche de oveja para poner punto final al ágape.

Además de carta, tienen dos menús especiales y menú del día de lunes a viernes.

Como acompañamiento, su bodega cuenta con vinos tintos de Rioja y Ribera del Duero, y blancos como el txakoli -vizcaino y guipuzcoano- o el albariño.

En un ambiente donde imperan la sencillez y el trato familiar, el comedor acoge al comensal con todas las garantías sanitarias. Asimismo, disponen de mesas junto a la barra, donde dan cumplida respuesta al paladar.

Para quienes lo prefieran, como han hecho durante el confinamiento, sirven cualquier plato de la carta, incluidas las paellas, para llevar, con recogida en el local.

Siempre al pie del cañón, buscan agradar a su clientela, fiel en buena medida, haciendo realidad cualquier antojo o capricho por encargo, aunque no esté en carta, con tan solo pedirlo.