LOS más jóvenes no le conservan en la memoria pero José Luis Ugarte (Getxo, 1928-2008), aquel zorro plateado de las aguas, fue regatista transoceánico que participó en 1993 en la Vendée Globe con el barco Euskadi-Europa 93, completando una vuelta al mundo sin escalas en solitario, una gesta que le convirtió en mito no solo en el universo de los hombres de la mar sino en medio mundo. Acabó en sexto lugar de la prueba siendo el navegante de más edad en lograrlo hace ya algo más de 25 años.

José Luis nació en 1928 en Areeta. Aprendió a navegar en una de esas humildes barcas de madera o txintxorro antes de construirse su primer velero con sábanas viejas. Aquella ilusión de juventud naufragó frente al faro de Algorta pero el veneno de las aguas ya había calado antes, mucho antes.

Su pasión por la náutica le dio trabajo y una intensa vida laboral, tanto en la marina mercante española como en la inglesa hasta el punto de que llegó a afincarse, durante unos años, en Liverpool, apenas poco antes de que los Beatles circunvalasen, a su manera, el globo terráqueo de la música a través del Océano Armónico. Allí se casó con Edith Loftus y, tras comprar un viejo velero llamado Orión, regresó a Bizkaia navegando a finales de los años sesenta del siglo XX. Quizás ahí nació su pasión por surcar las aguas en soledad.

Quienes le conocieron no olvidan sus manos pobladas de dedos gruesos como amarras de dos pulgadas, aquellas manazas enormes, curtidas de tanto izar velas y trimar escota. Tampoco olvidan su pasión por el perro de casa, un animal que casaba con otra afición más amateur, la montaña, lo que le animó a la práctica del esquí. Siempre que pudo participó como monitor en varios cursos para enseñar las técnicas de navegación a los niños.

Son leyenda aquellas palabras que tocaron el corazón de quienes las escucharon. Oigámoslas ahora, por ver si se repite. “¿La soledad? Eso no es lo peor, ni con mucho. Soy una persona sociable. Así que si tienes que hablar, lo haces con el barco, que te responde con sus crujidos, o con las olas. Nunca estás solo; está la Naturaleza a tu alrededor”.

Siendo un hombre con más carácter que amigos dejó numerosos recuerdos. Entre ellos, dos grandes: un libro y una escuela.

El libro, El Último Desafío, relata la tremenda travesía Vendée Globe. La escuela, el Centro de Vela de Getxo José Luis Ugarte, revela los secretos de la navegación.