CHINABA los ojos, como si estuviese oteando el horizonte mar adentro, enfocando bien su mirada. La mar, en realidad su patria más sentida. En ella se sintió capitán y pirata y por ella se volcó como pocos hombres lo han hecho. Pero reducir su universo a las aguas sería empequeñecer su trepidante vida.

Hay que decir, eso sí, que su sangre estaba bañada en salitre. Su abuelo Ramón de la Sota Llano (1857-1936) fue coetáneo de Sabino Arana y uno de los industriales más destacados de finales del siglo XIX y comienzos del XX, cuando participó en la primera industrialización de Bizkaia, habida cuenta que fundó varias compañías marítimas que en 1906 fueron reunificadas bajo el nombre de Naviera Sota y Aznar y en 1900 fundó también Astilleros Euskalduna. Por su parte, el padre de Patrick de la Sota, Ramón de la Sota Aburto (1887-1978), fue el primer presidente del PNV en la Diputación de Bizkaia (1917-1919) y fue nombrado Sir por el Imperio británico en reconocimiento a los servicios prestados por la naviera de los Sota a los aliados durante la I Guerra Mundial. De nuevo la mar aparece en su vida.

Patrick nació en 1930 y fue uno de los seis hijos que Ramón de la Sota Aburto tuvo con la irlandesa Sofía MacMahon. Pasó su niñez en Iparralde y con el estallido de la Guerra Civil, en 1936, la familia Sota puso sus barcos a disposición de los gobiernos de Euskadi y de la República. Poco después la naviera les fue incautada. Antes de la caída de Bilbao, la familia marchó al exilio a Biarritz, donde se apasionó con el rugby. Estudió en el Liceo de Biarritz y en Inglaterra y con posterioridad se graduó en Economía por la Universidad Cornell (Nueva York). En aquellos años no sólo adquirió un espíritu cosmopolita, sino también numerosas amistades; entre ellas las de las hermanas Lee y Jacqueline Bouvier, la que después sería primera dama de Estados Unidos por su matrimonio con John F. Kennedy.

Una vez terminada su carrera universitaria se incorporó a la Franco-Española de Alambres, Cables y Transportes Aéreos donde llegó a ocupar el cargo de presidente. Asimismo, fue consejero de Aurora Polar y presidente de Seguros Bilbao. Cónsul de Irlanda, presidente del patronato de la UPV/EHU y de la Fundación Sabino Arana, sus iniciativas en todas esas instituciones fueron múltiples.

También participó en el arranque de la Feria de Muestras, presidió la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao y puso en marcha la Fundación del Museo Marítimo de Bilbao, "una de sus mayores ilusiones", al decir de quienes le conocieron de primera mano. La mar, siempre la mar en su corazón.

Protagonista: Patrick de la Sota

Gesta: Fue socio fundador y primer presidente de la Fundación Sabino Arana. Descendiente de una histórica familia nacionalista, también fue presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao y presidente de la Fundación del Museo Marítimo de Bilbao, siempre con la mar por bandera.