- Maricarmen Fernández-Lomana posee una particular conexión con Euskadi. Su padre, Carmelo Fernández-Lomana Perelétegui, provenía de estas tierras. Y su marido, el chileno Guillermo Capdevila, fue uno de los grandes modernizadores del diseño industrial vasco. A pesar de esa potente conexión, algo falla en la cobertura porque no consigo captar con claridad a Lomana en la pantalla del ordenador. "Tranquilo, majete, es que le he habilitado un filtro de belleza a la cámara y se me ve difuminada. Como a Sarita Montiel cuando pedía a los fotógrafos que plantaran un panty en el objetivo de la cámara antes de retratarle. Menuda era Sarita. Vaya purazos que nos hemos fumado juntas. Si no había más, un Farias y a correr".

Hablamos sobre algo en lo que es reconocida experta Lomana. ¿Los Farias y el sol y sombra? No. Las tendencias en moda internacional.

¿Qué novedades aprecia en la temporada primavera-verano?

—Van a resultar muy importantes los complementos. Se acabó la sosada de una camiseta, la bermuda y las chancletas. Regresa la sofisticación. La clase, la elegancia, reside en los complementos. Puedo adelantar que las mascarillas y los guantes de gomita van a ser un must toda la temporada. Para la mujer urbana, para salir de fiesta, para las jornadas de baño. Para todo. O sea, para todo.

¿Qué tipo de mascarilla?

—Pues chico, habrá sus mascarillas de diario, las trotonas, que siempre salen más sufridas. Y, luego las de fiesta, por si tienes un compromiso, una cóctel en la finca de los amigos, una recepción. Yo ya he visto unas mascarillas de Loewe maravillosas, con guantes a juego, que me pirran. Para caballero, he encontrado unas Calvin Klein muy sobrias, todo negro con la gomita, de caucho natural 100% en un tono burdeos divino, con slips a juego. Calvin es así. Para salir de noche por la ciudad a un evento en sala de fiestas hay unas mascarillas de Moschino, en tejido técnico brillante en un berenjena roto, con ribete dorado... que te caes de espaldas; los guantes van aparte, son muy chics, satinados y hasta el codo. Hay que tener cuidadín a la hora de fumar llevando puesta la mascarilla esta de Moschino, porque el tejido es sintético total y como toque la chicharra del cigarro, zas, fogonazo que te crió y te riza hasta las pestañas.

¿Un imprescindible?

—La mascarilla drapeada, puede que de Zara, en tonos crudos, es el must de la temporada. Sin duda. Se va a quedar como prenda de fondo de armario, os lo garantizo. Lleva guantes a juego, del mismo tono. Están diseñando también con estampado de personajes de Disney para los más peques. Y con estampado de Roberto Alcázar y Pedrín para simpatizantes de VOX. Macarena Olona ha pedido dos cajas porque ya le da reparo salir de casa con esas mascacarillas caquis con la bandera que se cosió ella misma con los calzoncillos del uniforme de su primo, que es sargento de la Legión. Lo sé de buena tinta.

¿Prendas de tendencia?

—Tangas y bikinis combinados con los guantes y la mascarilla para las playas de Ibiza y Marbella. Lleva más tela la mascarilla que el tanga. Son muy atrevidos y de colores vivos o animal print. Es algo superfashion de la muerte. Para quien opte por la talasoterapia, lo hay con gorrito de baño del mismo lote.

¿Lo más 'in'?

—Lencería a juego de las mascarillas y los guantes, chico. Todo en raso o en seda. Liso. Con encaje y transparencias. Perfecto para orgías, intercambios de parejas y similares. O sea, líos con gente. Yo me he hecho con un par de cajitas. Nunca se sabe qué pasará y quiero estar preparada para cuando concluya el confinamiento. ¡Adios telarañas!

¿Qué pronostica para el otoño-invierno?

—He visto lo de Valentino y me parece un acierto: mascarillas con más cuerpo y estampado escocés, junto a guantes impermeables con vuelta de pelo sintético. Bueno, bueno, y Barbour tiene unas muy british en lona encerada y solapa de panilla, perfectas para el hipódromo.

¿Le ve algún problema a esta tendencia de la mascarilla?

—Solo que va a provocar una crisis en los cirujanos plásticos. Muchos se verán obligados a cerrar, aunque sean del mismo centro de toda la vida y tengan dos apellidos compuestos. Porque ¿para qué nos vamos a poner los labios carnosotes si no vamos a poder lucirlos, eh? ¿Ha pensado el Gobierno en los cirujanos plásticos? Perdona, te dejo, que tengo el caviar a la riojana en el fuego. Hasta luego.

Hasta luego, Maricarmen.