"Voy a empezar llorando". Después de que Telecinco hubiera emitido los siete primeros episodios de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', la serie documental hizo una pausa este miércoles para ceder el testigo a su protagonista, Rocío Carrasco, que inició con esa frase el directo en el plató del programa para abordar los aspectos más relevantes del testimonio sobre su vida que está ofreciendo en la serie documental, en la que denuncia episodios de maltrato por parte de su exmarido Antonio David Flores.

La hija de Rocío Jurado abordó primero el tema de la semana. Su hija Rocío Flores le pidió que respondiera sus llamadas y dijo que nadie la ha manipulado. Sus palabras generaron las dudas, cuestionaron el testimonio de Rocío y ella misma explicó sus motivos en su primera entrevista en directo: "No estoy preparada y sé que ella tampoco".

Rocío Carrasco explicó que ha recibido tres llamadas de su hija, el 3 de diciembre, el jueves antes de su intervención en 'El programa de Ana Rosa' y dos días después, el sábado.

"No estoy preparada para eso, sé que ella tampoco, sé que las condiciones no son las idóneas y que todo lo que gira en torno a no es ambiente idóneo", aseguraba. ¿Y qué tiene que pasar para que esto cambie? "Tiempo".

Rocío Carrasco narró los hechos en su casa aquel 27 de julio del año 2012: "Mi hija me pegó y yo acabé en el hospital". Sin embargo, está convencida de que no era su hija quien le pegaba sino que era "su padre". Es más, sabe que nada más ocurrir, Rocío se subió al coche y llamó a Antonio David Flores: "Dijo 'Papá, ya está hecho".

"Ahora me siento con fuerzas". "Nunca hice esto con ninguna otra finalidad que no fuera que se me escuchara, que se supiera lo que yo he sufrido, lo que sentido, como yo lo he vivido. Sé que hay cosas que puedo demostrar y otras que no puedo demostrar, que son mis sentimientos y vivencias ante cosas que no hay documentación".

"Esta cadena y esta productora han apostado por mí, me han creído. Tengo que darle las gracias a la cadena, a la productora. A Javier Vasallo, que es mi abogado, que es el único que ha tenido dos huevos y ha dicho que vamos adelante. Tengo que dar las gracias a infinidad de gente que se está poniendo en contacto para darme su apoyo a traves de cartas, de mails...".

"Públicamente es donde se ha ido generando el daño y se ha ido provocando el mal. Para mí ha sido y está siendo terapéutico. Tengo una losa en el pecho que según van pasando los capítulos se va levantando un poquito más y me va entrando un poquito de aire. A mí me está sirviendo como terapia y me está haciendo bien".

"Yo no soy ejemplo de nada, porque fui la primera que no quería denunciar a mi hija. En mi caso no fue solamente lo que me sucedió, en mi caso es que me hicieron a mí culpable de esa situación. No es solo que esa agresión ocurra o que haya habido una actitud durante un tiempo continuado. Ya no contento con esto se lleva a la niña a la guardia civil a que me denuncie y llama a Gustavo González", recuerda.

"Doy una custodia compartida porque considero que es lo más adecuado. Si eso es lo que reclamaba, al tenerlo ya no vas a ejercer esa manipulación, ya no los vas a exhibir más, no les vas a comer más la cabeza".

"A mí me da mucha pena que mi tía, que la sigo considerando mi tía, que actúe de esa forma y tenga esa actitud, con lo que ella ha sufrido con todo lo mío y con todo lo que ella ha visto y me ha visto sufrir a mí. Y con todo, de las cosas que ella es consciente. El sentimiento que me despierta es mucha pena."

"Para mí sería una alegría que Antonio David me demandase, que haga lo que crea conveniente".

"Si mi padre viviera, nunca hubiera sucedido, nunca", dijo respecto a las intervenciones televisivas de Raquel Mosquera. "No lo permitiría".

"Con mi madre hablé de maltrato a posteriori, pero no verbalicé las palabras de que era una mujer maltratada. Mi madre y mi familia han sabido cosas a posteriori. El día de la ventana no me aterrorizo por mí, sino porque estaba embarazada".

"Me reconozco como mujer maltratada cuando veo que mis hijos están siendo manipulados".

"Uno denuncia cuando uno puede hacerlo. Hasta que denuncio hay una serie de circunstancias que lo hacen imposible. Por esos valores que tenía inculcados no era capaz de hacerlo con el padre de mis hijos. Le he puesto algunas demandas civiles, de honor y de intimidad, muchas menos de las que se ha dicho. Tenía dos niños pequeños y no quería eso para mis hijos. Jamás hablé con mi hija de eso", ha manifestado.

"Darte cuenta de que has vivido 20 años manipulado y engañado no debe de ser fácil". "Lo digo por Rocío y por todas las personas que han sido engañadas y manipuladas".

"Me he sacrificado yo y mis hijos han crecido solo con una versión con yo no contribuir a que esos niños sufrieran. Haría lo mismo una y mil veces, como madre. Si me preguntas como mujer, como ser humano, ya es diferente", asegura.

"He seguido al lado de Rocío porque cuando una persona entra a formar parte de una familia es un proyecto. Vengan desavenencias, adversidades, nos toca de lleno a los dos...", dijo Fidel Albiac, que intervino en directo. "Espero a Rocío aquí en casa".

"Hace un año o año y medio hubiera parado la serie (con el llamamiento de su hija), pero ahora no lo han conseguido".

"Si mi hija va a la urbanización, me llamará el señor de la garita. Está volviendo a hacer lo mismo, a crear historias de por medio. Estamos hablando de que la niña me ha hecho un llamamiento. Ya no hablamos de lo que ha hecho este señor estos años. El tema ya está desviado y se ha salido del plano, que es lo que ha hecho siempre".

"Está muy manipulada. ¿Sabes lo que es estar manipulado? ¿Lo que es una persona manipulada desde pequeña? ¿Que están dispuestos a hacer cualquier cosa por la causa?". "No te lo digo yo, te lo dicen los especialistas. Sigue manipulada porque no ha salido de esa manipulación. Ha crecido con una versión, no con dos".

"Yo lo que estoy reclamando es que se me escuche, que se me dé la oportunidad delante de un juez, de que se haga un juicio, con unos testigos, con unos peritos, que puedan ir a ratificar su informe. Y que la otra parte si quiere que me dé un contraperitaje. A las mujeres hay que escucharlas en Sala y tienen que confiar en la justicia. Mi objetivo es que esto se vea. Y si consideran que haya condena, que la haya, y si no ya veremos lo que hacemos".

"Cuando desde pequeña te han inculcado y el que te lo está inculcando es tu máximo referente en la vida, en este caso un padre, al final, si no miramos los informes de los menores no es reinserción, es reeducación. En los informes se dice que está recibiendo adoctrinamiento más o menos consciente. Hay una parte que está minada y que no es consciente".

"No escuchaba que me llamara mamá desde 2012, que me lo llamaba en alguna ocasión". "Tenía miedo no, pánico, eso se va a relatar en el capítulo 8. Hemos consensuado entre los responsables y yo, cuento todo lo que ocurre, pero hemos llegado a la conclusión de que hay ciertos detalles que se van a omitir, que se quedarán entre ella y yo y la justicia".

"Mi hija deja de pegarme en el momento en el que me caigo al suelo y pierdo la conciencia. Entonces ella se asusta y se va".

"Siento miedo, me ha costado mucho trabajo llegar a donde estoy hoy. No quiero volver a sentir pánico cuando suena el timbre de casa. No quiero volver a tener vómitos cuando llegaba el lunes. Yo quiero que se entienda una cosa, estoy contando este episodio de mi vida tan terrorífico y tan horroroso, porque sin él yo no puedo contar la magnitud del monstruo que es su padre. Este episodio es su obra maestra para terminar de matarme. Si yo hubiese podido evitar contar ese episodio, lo hubiera evitado".

"Sé que ella no está preparada ni yo tampoco. Sé que las condiciones son idóneas para llevar a cabo según qué cosas. Tiene que pasar tiempo, que yo esté preparada y ella esté preparada. No voy a decir lo que ella debe hacer. Sé lo que tengo que hacer, prepararme, con terapia, con fármacos. Cuando digo esto es porque tengo detrás un equipo que me dice que no lo haga, que voy a volver al principio, a la casilla de salida".

"Mi hija me ha llamado las veces que ha dicho. Y una posterior. El día antes de Ana Rosa y al día siguiente de Ana Rosa", comenta. "No es verdad que le contesté en una llamada 'aquí no vuelvas a llamar, no soy tu madre'. En la vida le he dicho eso".

"No me siento preparada para contestar al teléfono a mi hija".

"Esa era mi hija, siento mucho dolor", dijo al ver una foto feliz con Rocío Flores cuando era niña. "Un desgarro, no sé explicarlo, es el dolor más grande que puede sentir una mujer que sea madre".

"Claro que pienso en ella, cómo no voy a pensar. A mí me encantaría que en algún momento de la vida, ahora no porque ni estoy preparada ni creo que ella esté preparada. Creo que no es el lugar ni el momento, pero yo no pierdo la esperanza".

"Ese vínculo no se puede romper, por mucho que lo hayan intentado. Está invisible en este momento, pero sigue. No me lo va a quitar nadie. A esa la he parido yo".

"Fui al hospital, estuve no sé si fueron cinco o seis horas en observación porque tenía un traumatismo en la cabeza. Supongo que mi hija se enteró". "En ningún momento se interesó por mi estado".

"De ahí se fue al colegio y del colegio fueron a buscarla unos amigos de su padre para luego ir con su padre a la guardia civil y denunciarme. Cuando a mí me dicen que yo declare en la guardia civil es el día 30, si no recuerdo mal. Yo digo que yo no quiero declarar en contra de ella porque tendría que contar la realidad y la estaría denunciando. Yo no quería denunciarla".

"Sé que se han filtrado audios de mi declaración ante la jueza. Yo tuve que relatarlo dos veces. Una cuando a mí se me imputa un delito de maltrato continuado, porque ella junto a su padre van y me denuncian, el mismo día de la paliza. A mí mi hija me pega, se monta en un coche que le tenía puesto para que la llevase al cursillo de verano porque había suspendido, y según se sube saca un móvil, descuelga el teléfono y habla con su padre. No voy a decir lo que dijo. Lo sé por el chófer que la lleva a testificar a menores, a mi procedimiento".

"A mí me estaba pegando una paliza no mi hija sino su padre". "Mi reacción fue sentir pánico. No solamente por lo que estaba sucediendo. Sentir pánico por lo que iba a suceder después. En esa situación pasan cosas que me hacen ver lo que viene después. Eso es lo que me da pánico y terror. Ver que a ella se la ha llevado a ese punto".

"Ni la denuncié ni nunca la denunciaría", asegura. "Mi hija es lo más maravilloso que me ha pasado en la vida y eso no podría hacerlo nunca. Para mí la maternidad ha sido lo más maravilloso que me pueda pasar en la vida".

"Ese día Rocío me agrede y yo termino en un hospital. Es algo que se sabe, que se ha sabido públicamente, pero quiero decir una cosa si me dejáis... Lo digo en el documental, pero todavía no se ha visto. Rocío llega a ser verdugo porque antes ha sido víctima". Y pide a las personas que la atacan por eso, que no lo hagan. "Ella no la tiene, la tiene otra persona, su padre, que es el responsable de que actúe así".