Si volvemos la vista atrás es fácil recordar a Verónica Mengod en El kiosko, de Televisión Española, un programa infantil en el que ella se las tenía que ver con un muñeco que se llamaba Pepe Soplillos. Entonces era muy joven (solo tenía 17 años) y sus rizos y su sonrisa hechizaron a peques y adultos. También fue una de las chicas Hermida en 1987, aunque su paso por este programa fue muy breve.

En su momento de máxima popularidad, que la tuvo, fue quemando diferentes etapas, aunque muchos críticos decían que estaba desaprovechada porque tenía más talento del que le dejaban demostrar, pero Verónica Mengod nunca quiso hacer carreras intensas para alcanzar determinados objetivos. Durante un año fue la mano derecha de Joaquín Prat en El precio justo, junto a Miguel de la Quadra Salcedo se embarcó en Aventura 92, y tras estas experiencias cambió de cadena y presentó en Telecinco el programa infantil Tic tac.

Su carrera sufrió un parón cuando se casó y tuvo hijos. Entonces, y a pesar de haberse replegado laboralmente, Verónica Mengod 'El kiosko' Precoz al empezar y al irse quiso desarrollar uno de sus sueños y se lanzó al mundo de la interpretación matriculándose en Arte Dramático. Como actriz participó en series como La casa de los líos, Señor alcalde, ¡Ala€ Dina! o Luna negra, entre otras. Volvió a ponerse al frente de un programa en 2005, cuando sustituyó a Belinda Washington en el programa de TVE Padres en apuros, donde estuvo un año. Poco a poco se fue retirando de la primera línea de fuego laboral y comenzó a aventurarse en otras actividades alejadas de focos y bambalinas, aunque también es cierto que ha colaborado en muchas ocasiones en diversos programas, bien como concursante o como invitada para alguna entrevista.

La última vez que se puso ante las cámaras como actriz fue en 2017 para interpretar un pequeño papel en la película Luces, y como colaboradora de un programa en 2011, con Te damos la mañana, junto a Inés Ballester en 13TV. Cuando vislumbró que su etapa en el mundo audiovisual se estaba agotando y que no iba a dar mucho más de sí, se reinventó y dio un paso adelante en el mundo empresarial. Comenzó con negocios de alimentación y poco a poco ha ampliado su campo de acción.

Le gusta la discreción y estar en un segundo plano, aunque de vez en cuando aparece en revistas del corazón con motivo de algún evento familiar, por ejemplo cuando se casó su hijo o cuando nació su nieto. No descarta que alguien le ofrezca un papel que le lleve de vuelta a enfrentarse con las cámaras y está abierta a las ofertas, aunque no le angustia su ausencia. Cuando tiene tiempo libre lo dedica a una de sus pasiones, jugar al golf. Su otra gran pasión es viajar.