bilbao - Ion Aramendi no habla directamente del programa que va a presentar en 2020, El cazador, un concurso de Televisión Española de emisión diaria. Se muestra prudente y discreto. Deja que sea la cadena la que anuncie oficialmente cómo va a ser y desvele su nombre como presentador a pesar de que ya circula en redes sociales y en muchas webs. Pero sí habla de la etapa que cierra a partir de hoy, cuando dentro de unas horas presente por última vez ¡Que me estás contando! No ha sido posible combinar los dos espacios, pero a lo que no va a renunciar es a vivir en Donostia, una ciudad que, según cuenta, le ha dado mucho, igual que Euskal Telebista.

Es usted un todoterreno: calle, magazine y ahora un concurso.

-Yo no digo lo que voy a hacer exactamente, lo dicen otros, pero sí estoy muy contento con todas las oportunidades que estoy teniendo. Será la cadena la que lo anuncie cuando crea oportuno.

De Madrid a Donostia y vuelta a hacer el camino a la inversa.

-Voy a seguir con mi vida en Donostia; mientras podamos mi familia y yo seguiremos en Euskadi. Es un cierre temporal de etapa.

¿Temporal?

-Sí. Están las puertas abiertas por mi parte y por parte de ETB, a la que considero mi casa. Espero, esperamos, ETB también, poder seguir haciendo cosas juntos en un futuro muy cercano.

¿Cuándo deja ‘¡Qué me estás contando!’?

-Mañana (hoy) es mi último programa diario. Pero voy a continuar haciendo el especial de Nochebuena, el de Nochevieja y el programa especial en Atrápame si puedes con Patxi Alonso. Pero lo que es en las tardes sí, es mi último programa, me quedan horas.

Una experiencia que se agota.

-¡Qué te voy a contar! Han sido tres años maravillosos. He aprendido muchísimo. He crecido mucho como profesional. Llegué de la calle donde sabía lo que era manejar un directo y un reportaje, pero aquí he aprendido a manejar un plató, una tertulia, unos colaboradores. Para mí, Euskal Telebista ha sido una escuela de experiencias increíbles. Me siento orgullosísimo y muy honrado por la oportunidad que me dio ETB en su momento. Solo puedo dar las gracias por lo que me han dado en este tiempo y por todo lo que espero que me den, porque la sigo considerando mi casa.

Hace pocos meses comentaba que no se imaginaba viviendo de nuevo en Madrid.

-Repito que mientras mi trabajo y el trabajo de mi mujer lo permitan, Donostia es mi casa, mi ciudad, es mi tierra? Es donde más feliz me he sentido en los últimos años. Madrid es una ciudad fantástica, maravillosa, pero con dos niños Donostia es la mejor ciudad posible. Mi hijo pequeño nació allí. Ahora mismo, en el momento en el que estamos hablando tú y yo, no me imagino vivir en otro sitio.

Lloró cuando se despidió de ‘Sálvame’. ¿Lo va a hacer cuando abandone para siempre, o temporalmente como usted dice, Euskal Telebista?

-Espero que no. A lo mejor alguna lagrimilla cae; soy una persona muy emocional, tengo grandes recuerdos de este tiempo. La gente del equipo del programa, los colaboradores, son grandes personas, muchos de ellos son amigos y me da mucha pena cerrar esta etapa. Me hubiera gustado compatibilizar los dos programas, el de Madrid y el de Euskadi, pero es muy difícil porque los dos son diarios.

Así que se controlará.

-De todas formas, no creo que me hayan preparado nada tan atómico como en Sálvame y lo agradecería; no quiero ser el señor que siempre llora cuando se va. Pero soy muy emocional, no lo sé, lo vemos mañana (hoy) ¿Te parece? No sé si me voy a controlar, soy emocional en la vida real y también en la tele.

Se va de un plató en ETB para irse a otro en TVE. ¿Volvería a la calle?

-Si no me queda más remedio, desde luego que sí. Si el proyecto que me plantearan fuera interesante, seguro que sí. El plató es un lugar muy cómodo?

No hay que perseguir famosos.

-Eso también cuenta mucho. Es un lugar donde me siento como si fuera mi casa y donde puedo desarrollarme. El plató es lo que me gusta y por donde van los tiros. Pero no se me caen los anillos por volver a la calle, he hecho de todo en mi vida y si tengo que volver, lo haría. Iré donde sea porque lo primordial es que mi familia pueda salir adelante y si por ello tengo que volver a la calle, lo haría de mil amores.

Usted se va a Madrid, pero su mujer se queda, ¿no?

-Sí. Ella continúa en Euskal Telebista y nuestra intención es seguir en Donostia. No solo nos gusta vivir aquí, nos encanta trabajar aquí. Tenemos en proyecto cosas con ETB y creo que se podrán compaginar con lo que pueda hacer en otros sitios.

¿Qué fue lo más difícil cuando se enfrentó a las tardes de ETB-2?

-Ser consciente de todo lo que debes tener en la cabeza cuando estás en un programa en directo. Tienes que tener en la cabeza el guion, en qué punto estás, la presentación de los vídeos, las preguntas de las entrevistas... y todo ello pendiente de lo que puedan aportar los colaboradores. Al principio yo me centraba mucho en aprenderme el guion, pero no era tan consciente de lo que hablaban en la mesa.

A estas alturas?

-Lo dominaba más. Con el tiempo y la experiencia vas aprendiendo a controlar absolutamente todo.

¿Cree que va a poder estar más allá del fin de semana en Donostia o va a ser muy intensivo su trabajo en Televisión Española?

-En principio hay una planificación, no te voy a contar mucho, para que pueda tener días de grabación y días libres. Espero que me permita alguna vez ir a recoger a los niños al cole, es una de las cosas que más me apetecen.

Decía que los llevaba casi todos los días.

-Sí. Pero nadie quiere ir al cole. Esa es peor parte que ir a recogerlos, que es cuando salen mucho más contentos y felices.

Se le va a colgar el hacer surf a diario.

-Ja, ja, ja? Es verdad. Lo voy a sentir mucho también. Para mí el surf es terapia. Durante el tiempo que he vivido aquí he ido casi todos los días. A partir de ahora, cuando pueda. El surf siempre ha estado en mi mente. Donostia no es solo lo que le da a mi familia, a mis hijos; es también lo que me da a mí, el mar, lo bonita que es la ciudad, es el surf, mi cuadrilla de toda la vida; es todo.

Supongo que desde que se coló en las redes y en las webs que iba a ser usted el presentador de ‘El cazador’ le habrá llamado mucha gente...

-Sí. Claro. Me alegran mucho las llamadas de gente con la que hacía tiempo que no hablaba.

¿Le ha costado mucho tomar la decisión?

-Muchísimo, es de las cosas que más me ha costado. Han sido muchos días de dormir poco y mal pensando en irme o no de ETB. Tenía aquí, en Euskadi, una propuesta de presente más que interesante. Un trabajo con una seguridad donde yo estaba superfeliz y supercontento.

¿Entonces?

-Las oportunidades pasan cuando quieren y uno tiene que tomar decisiones. Espero que la decisión haya sido la correcta. La gran puerta de ETB se mantiene abierta, se cierra la puerta de este programa diario que me ha dado tanto.

¿Pedirá al año nuevo audiencias millonarias?

-Ja, ja, ja? A este año nuevo y a todos los años les pido muchísima audiencia y, sobre todo, que salga todo bien y que pueda seguir trabajando, que me siga ganando la vida en este medio que tanto me gusta. Yo estoy enamorado de la televisión.

No me va a hablar de ‘El cazador’, ¿no?

-No. Lo siento no puedo.