Plan de transformación digital del sistema educativo vasco (PTDSE) estamos a punto de asistir a una nueva revolución similar a la que supuso el PC en la empresa y el hogar o la democratización y el uso masivo de Internet en la sociedad de los 90

Hace años cuando se elaboraban los nuevos planes educativos de la universidad o la formación profesional se tenía en cuenta no hablar, por ejemplo, de lenguajes de programación o sistemas específicos con nombres y apellidos. Incluir en un programa de estudios que los alumnos daban FORTRAN suponía que cuando este lenguaje quedó obsoleto, los profesores tenían que “hacer trampas” para dar algo diferente como el lenguaje C++. Lo más curioso era que en el expediente académico no aparecía ninguna referencia a lo realmente estudiado. Una vez resuelto esto, el problema llega cuando la tecnología hace tales avances que en breve no entenderemos estudiar sin un modelo basado en el metaverso. Pero esto no deja de ser una apuesta ya que nadie nos puede asegurar que una nueva tecnología o un nuevo avance deje anticuado el metaverso y que en unos años estemos hablando de algo de lo que en este momento ni le hemos dado nombre.

La realidad para que la transformación digital funcione en la escuela no va a depender al final de la tecnología que esté de moda o pujante en ese momento. Va a depender sobre todo de que los docentes, los alumnos y las familias estén preparados para entender lo que supone. No nos sirve que haya una asignatura que se llame robótica, que sea dada por un ingeniero capaz de cambiar el programa educativo en medio del curso porque hay un nuevo avance en este ecosistema. La robótica hace años que debería estar incorporada dentro de todas las asignaturas como una herramienta que ayude a enseñar y aprender. Una profesora de inglés o un profesor de historia no pueden ser ajenos a incorporar cualquier herramienta tecnológica que pueda ayudar a que los alumnos aprendan. Hace años vi cómo un profesor de historia de bachiller lograba que sus clases tuvieran un gran éxito educativo haciendo que sus alumnos utilizaran Twitter para aprender. Cada alumno tenía un perfil de un personaje histórico que debía cobrar vida e interactuar con los otros personajes de la clase con datos históricos reales. Seguro que no viene nada de esto en el programa de estudios, pero a veces la disrupción funciona.

@juandelaherran