COLOMBIA. Cuando Mónica Vega, natural de Barranquilla, Colombia, se realizó una ecografía durante el séptimo mes de embarazo de Itzamara, su tercera hija, no se podía creer. La prueba mostraba que, dentro de su vientre, se gestaba un bebé en cuyo abdomen había un feto más pequeño, con su propio cordón umbilical y rodeado de líquido amniótico. Se trata de un extraño fenómeno conocido como gemelo parásito o fetus in fetu, que ocurre en uno de cada 500.000 nacimientos en el mundo.

Si bien ya se habían conocido casos de gemelos parásitos, siempre había sido después del parto, incluso muchos años después, por lo que se les ha confundido con un tumor. Este es el primer caso de un bebé parásito localizado antes de que la hermana en cuyo interior está haya nacido, por lo que la historia de Itzamara supone un hito. Cuando nació la bebé el pasado domingo, se le extrajo el gemelo parásito que llevaba dentro, dado que no tenía posibilidades de sobrevivir. "Absorbe la comida directamente del corazón de su hermana", explicó Miguel Parra, el cirujano encargado del caso, en el programa Los Informantes, que detalló que el bebé gemelo carece de corazón y cerebro, aunque tenía extremidades.