Los espacios de datos se han convertido en una de las herramientas más estratégicas para construir la economía digital mundial, pero también en nuestro entorno más cercano en Euskadi. En esencia, son entornos seguros donde empresas, administraciones y centros tecnológicos pueden compartir datos de manera controlada, preservando la confidencialidad y garantizando la interoperabilidad.

Permiten superar el modelo tradicional donde cada organización almacena y gestiona su información de forma aislada para avanzar hacia un ecosistema colaborativo que multiplica el valor del dato. Como quedó de manifiesto en la mañana de ayer en la celebración de una mesa de debate a dos manos entre Telefónica y DEIA, los espacios de datos representan un cambio de paradigma.