El turismo masivo ha generado diversas problemáticas en muchas ciudades alrededor del mundo, desde la gentrificación hasta la saturación de servicios públicos. Sin embargo, en los últimos tiempos ha surgido una nueva preocupación: el impacto que las maletas de ruedas tienen en las zonas históricas y residenciales.

Este sencillo pero indispensable accesorio, que ha facilitado la vida de los viajeros, está siendo objeto de restricciones en algunas ciudades debido al ruido y al desgaste que provoca en las calles. En este artículo se exploran las razones detrás de estas medidas y las alternativas disponibles para los viajeros.

Dubrovnik, la primera ciudad en prohibir las maletas de ruedas

Dubrovnik, la pintoresca ciudad croata ubicada en la costa del mar Adriático, ha sido una de las primeras ciudades en Europa en tomar medidas drásticas contra el uso de maletas de ruedas en su casco histórico. Conocida como la "Atenas dálmata", Dubrovnik es famosa por su impresionante patrimonio arquitectónico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lo que la convierte en un destino turístico de gran popularidad.

El Ayuntamiento de Dubrovnik implementó la prohibición de las maletas de ruedas en respuesta a las quejas constantes de los residentes locales, quienes se vieron afectados por la contaminación acústica generada por el arrastre de estas maletas sobre las calles adoquinadas. El ruido, especialmente en horas de la madrugada, ha sido señalado como una molestia que afecta la calidad de vida de quienes viven en el casco histórico. La medida no prohíbe completamente el uso de maletas con ruedas, pero sí exige que los turistas las lleven en brazos en lugar de arrastrarlas.

Esta decisión se suma a otras medidas adoptadas en Dubrovnik para mitigar los efectos del turismo masivo, como la limitación en el número de cruceros que pueden atracar en su puerto y el control sobre el flujo de turistas en ciertas áreas. Incluso, se ha planteado la creación de un centro logístico en el aeropuerto de la ciudad, donde el equipaje de los visitantes será trasladado directamente a su destino final dentro de la ciudad, reduciendo así la necesidad de arrastrar maletas por las calles del centro histórico.

Dubrovnik, Croacia Pixabay

Otras medidas de control del turismo en Europa

Dubrovnik no es la única ciudad que ha adoptado políticas para controlar los efectos del turismo masivo en sus áreas más sensibles. Varias ciudades europeas, especialmente aquellas con zonas históricas, han comenzado a implementar medidas similares para proteger el patrimonio cultural y mejorar la calidad de vida de sus residentes.

En Venecia, por ejemplo, se han establecido restricciones al acceso de cruceros, limitando el número de embarcaciones que pueden atracar en la laguna para evitar la saturación de turistas. Además, la ciudad italiana ha implementado un sistema de tarifas para los visitantes que accedan al centro histórico, lo que tiene como objetivo reducir el número de turistas que visitan la ciudad en un solo día. Otras ciudades como Barcelona han regulado la oferta de alojamientos turísticos y han impuesto multas por prácticas que alteran la vida diaria de sus ciudadanos, como el exceso de ruido en zonas residenciales.

Ciudades como Ámsterdam y París también han endurecido sus normativas para controlar el impacto del turismo. En Ámsterdam, las restricciones a los alquileres de corta duración se han intensificado, mientras que París ha establecido cuotas para limitar el número de pisos turísticos disponibles. Estas medidas tienen como objetivo frenar la especulación inmobiliaria y preservar el acceso a viviendas para los locales, un problema cada vez más acuciante en zonas muy demandadas por los turistas.

Turistas sacando fotografías Pixabay

Alternativas a las maletas de ruedas

Ante la creciente tendencia de prohibir o restringir el uso de maletas de ruedas en ciertos destinos, los viajeros pueden considerar otras opciones para transportar su equipaje de manera más cómoda y adecuada según las circunstancias. Una de las alternativas más populares son las mochilas de viaje, que ofrecen una solución práctica, especialmente en zonas con terreno irregular.

Las mochilas permiten a los viajeros moverse con mayor libertad y distribuir el peso de manera equilibrada en la espalda, lo que reduce el esfuerzo y facilita la movilidad, sobre todo en lugares donde arrastrar una maleta resulta complicado. Además, existen numerosas mochilas de mano con compartimentos especialmente diseñados para llevar todo lo necesario para un viaje de tres o cuatro días, permitiendo evitar el pago adicional por facturar una maleta más grande.

Otra opción viable son los bolsas de mano, que aunque pueden ser incómodos si se utilizan durante largos periodos, son fáciles de transportar y suelen caber en los compartimentos de aviones o trenes. Estos bolsos ofrecen un acceso rápido a las pertenencias y, al no tener ruedas, no generan el ruido característico que tanto molesta en las áreas residenciales.

Bolsa de mano Pexels

Asimismo, las bolsas de equipaje convertibles, como las 'duffle bags', que se pueden llevar tanto en la mano como a la espalda, ofrecen una gran flexibilidad. Estas bolsas combinan la capacidad de las maletas tradicionales con la portabilidad de una mochila, siendo una opción ideal para aquellos que buscan evitar las restricciones de las maletas de ruedas sin sacrificar comodidad.