La defensa de la eurodiputada griega Eva Kaili, cesada como vicepresidenta del Parlamento Europeo por su imputación en la trama de sobornos pagados por Qatar, ha pedido este jueves ante el juez su libertad vigilada con brazalete electrónico dado que, sostienen sus abogados, está colaborando con la investigación y no participó de la red corrupta.

El Tribunal de primera instancia de Bruselas ha celebrado a primera hora de este jueves la primera vista de Kaili, que comparece una semana después que otros imputados tras solicitar un aplazamiento, y se espera que a lo largo de la jornada decida si la socialista griega debe permanecer en prisión preventiva o puede cambiar su situación.

En declaraciones a la prensa en el Palacio de Justicia de Bruselas, uno de sus abogados, André Risopoulos, ha informado de que han solicitado para Kaili el "régimen de vigilancia telemática" y que queda esperar la decisión de la Justicia belga.

Kaili rechaza las acusaciones de corrupción

El letrado también ha expuesto que su defendida "rechaza todos los cargos de corrupción" que se le imputan y que está "participando activamente" en la investigación, aunque ha rehusado dar más detalles de la vista celebrada a puerta cerrada, molesto por las filtraciones del caso que ha habido a la prensa y que la Fiscalía belga está investigando.

Según detalles de la investigación publicados durante la semana por el diario 'Le Soir', Kaili ha admitido ya ante los investigadores que pidió a su padre que escondiera parte de los miles de euros que había en su domicilio, aunque niega haber participado en la organización criminal que movió los sobornos.

El que el padre de Kailli accediera a llevarse dinero en efectivo en una maleta al hotel Sofitel en el que se alojaba en el barrio europeo fue lo que permitió a la Policía actuar para detener a la eurodiputada griega pese a su inmunidad parlamentaria ya que se consideró que estaba en comisión de delito flagrante. Kailli ha sido cesada como vicepresidenta de la Eurocámara pero conserva su escaño.

Kaili está acusada de pertenencia a organización criminal, corrupción y blanqueo de capitales, al igual que su pareja, el asistente europarlamentario italiano Francesco Giorgi, y el exeurodiputado socialista Pier Antonio Panzeri, ambos en prisión preventiva. También se encuentra bajo libertad vigilada un cuarto imputado.

Giorgi, para quien el Tribunal confirmó la prisión provisional el pasado día 14, ha confesado ante el juez de instrucción su participación en una organización que recibía presuntamente sobornos de Qatar y de Marruecos para ganar peso político y económico en la UE a través de su influencia en el Parlamento Europeo.