El cartel de prohibido fumar colgado hace pocos años en algunas de las playas del país estará acompañado este verano de infinidad de reglas marcadas por los ayuntamientos costeros, que han comenzado a reclutar a ejércitos de vigilantes para informar de las nuevas normas y garantizar que se respetan los aforos fijados.

Muchos municipios han instalado cámaras y sensores para controlar esos aforos y aplicaciones para que los usuarios puedan conocer en cada momento el nivel de ocupación de las playas, la mayoría de ellas parceladas para asegurar las distancias y muchas con sectores separados para personas mayores, familias con niños o grupos de adultos.

Para acceder a las playas de Benidorm (Alicante), por ejemplo, habrá que reservar plaza previamente en una plataforma digital, mientras que Bakio (Bizkaia) ha fijado que domingos y festivos su playa será "dinámica", es decir, no se podrá tomar el sol.