Lina Morgan parecía tenerlo todo en su contra para triunfar. De ella decían que era redondita, recogidita, que tenía cara de pan y no medía más de un metro sesenta. Sin embargo, pese a no tener el físico de las vedettes de la época, llegó a lo más alto y se convirtió en uno de los rostros más queridos y reconocidos del país. Ahora, Movistar Plus+ ha querido homenajear a la actriz y humorista en Lina, un documental de tres episodios cuya primera entrega verá la luz este lunes 17 de junio.

Protagonista de series de televisión de máxima audiencia como Hostal Royal Manzanares y de películas para el recuerdo como La tonta del bote, Lina Morgan apostó por el humor y su don especial para la comedia. Gracias a ello se convirtió en una estrella no solo en la pequeña y gran pantalla, sino que también llenó teatros con obras como Celeste no es un color.

“No tengo claro si Lina Morgan tendría cabida hoy en día”, señaló esta semana Israel del Santo, director de la serie documental Lina. “Creo que esa niña de 23 años que con mucho esfuerzo y mucho trabajo consiguió triunfar, hoy en día no tendría ninguna posibilidad porque ahora todo está muy estandarizado, incluso el humor”.

Para Del Santo, Morgan pertenecía a una generación de artistas que lo eran todo el rato. “Era una mujer tremendamente profesional”, explicó. “Hacía dos o tres pases al día de teatro con obras que podían durar tres horas. Eso es impensable en la actualidad”. El director de la serie documental guarda además un grato recuerdo de cuando coincidió con la vedette en La noche de Lina. “Yo era auxiliar de sonido y ella era una compañera muy profesional, cariñosa, buena con todos. Se sabía el nombre de todos y nos tenía cierto aprecio”, señaló.

Ni un pelo de tonta

Pero además de artista, Lina Morgan también fue una pionera. Y es que, al margen de su carrera ante los focos, se convirtió en una de las primeras empresarias del mundo del espectáculo de nuestro país y la primera mujer que compró un teatro, La Latina de Madrid. “Lo hizo por la libertad artística de decidir qué personajes hacer”, comentó Israel del Santo, no sin antes asegurar que la actriz fue una “inspiración” para las mujeres de su época.

Los tres episodios de Lina repasarán de una manera muy especial la trayectoria de uno de los personajes más divertidos y complejos del mundo del espectáculo en España. Pero la serie documental es mucho más. Es un homenaje a una artista singular que cambió la forma de entender el humor, todo ello narrado con el apoyo de un extenso material de archivo y de entrevistas con expertos, admiradores y compañeros de viaje de la actriz como Manolo Zarzo, José Sacristán, Bárbara Rey, Lolita o Anabel Alonso.