Volvió, y lo hizo por la puerta grande. Chenoa regresaba a casa, al programa que le vio nacer como estrella y al que le debe mucho. Y como tal saltó al escenario de esta Operación Triunfo 2023: como una mujer llena de ilusión, de alegría y… de nervios. “Se cierra un círculo”, dijo, emocionada, antes de cruzar la pasarela. Y lo hizo luciendo un impoluto traje blanco y un número 89 brillando en la solapa, el mismo con el que superó hace ya 22 años el casting que le aupó a la fama.
Era uno de los regresos televisivos más esperados de la temporada y, tras mucha espera, por fin llegaba el momento de ver cómo iba a ser ese nuevo Operación Triunfo. El pasado lunes 20 de noviembre, con la Gala 0, se desvelaban muchos de los secretos: sería en formato online gracias a Amazon Prime Video y con Chenoa al frente de las galas, Masi Rodríguez poniendo el punto distendido en las post-galas y un resumen detallado de la actualidad del programa en el OT al Día de Xuso Jones. Además, el jurado está formado por Buika, Pablo Rouss y Cris Regatero como jurado invitado. Además, se introduce el concepto de la green room como un espacio donde los concursantes podrán relajarse antes de sus actuaciones.
El 15 de noviembre fue un día muy importante para Chenoa: por un lado, porque era la fecha prevista para la presentación de la nueva temporada de Operación Triunfo, y, por otro, porque era su primera aparición pública desde que se diera a conocer la separación temporal de su marido. La elección de su vestuario no pudo ser más acertada, ya que optó por un traje de chaqueta y pantalón verde esmeralda con un body negro con transparencias. Un conjunto que pertenece a la firma de la diseñadora murciana Laura Bernal. De fabricación española, y apostando por la moda sostenible y un modelo de economía circular.
Todo muy bonito, muy moderno y muy actual, pero ¿dónde están puestos todos los ojos de los seguidores de uno de los concursos más famosos de la televisión? En ella. En la presentadora, en Laura Corradini, en Chenoa. La joven mallorquina de adopción no solo se estrenaba como presentadora, sino que en medio del revuelo mediático generado por su regreso a OT se había colado también una noticia que muy pocos esperaban, y es que la cantante y su marido, Miguel Sánchez Encinas, se habían dado un respiro tan solo un año y medio después de casarse. No hay duda de que para Laura Corradini no está siendo un buen momento, y lo que más le está costando es enfrentarse a la tormenta mediática que ha provocado su ruptura. Con esa franqueza que siempre le ha caracterizado frente a las cámaras, ella misma reconoce que “nos queremos y respetamos, pero necesitamos un tiempo de tranquilidad”, como recogió la revista Hola en unas declaraciones.
Una separación por sorpresa
Con la intención de darse tiempo el uno al otro y poder reflexionar sobre lo que quieren o no en su relación, la pareja lleva meses sin vivir bajo el mismo techo. Según comentan allegados al matrimonio, entre ellos hay mucho amor y no están dispuestos a tirar por la borda lo sellado en junio de 2022, cuando Chenoa y Miguel Sánchez se casaban en Mallorca. Concretamente en la finca de Comassema, en la sierra de Tramuntana. Al enlace acudieron cerca de 90 invitados y estuvo previsto para el 14 de junio de 2020 en Madrid, pero se canceló (como muchos otros) por el coronavirus. Dos años después retomaron la idea de pasar por el altar cambiando la ubicación y ajustando al máximo la lista de invitados, entre los que estaban algunos de sus compañeros de Operación Triunfo, como Natalia, Gisela, Geno y Alejandro.
Era viernes, 17 de junio, cuando en Mallorca, en la finca Comassema, ubicada en el corazón de la Sierra de la Tramontana, Patrimonio de la Humanidad desde 2011, Chenoa y Miguel Sánchez Encinas se daban el sí quiero por todo lo alto. Chenoa lució dos vestidos y acudieron muchos rostros conocidos de OT y de la televisión. Muy pocos se esperaban la noticia de que, después de un año y medio, llegaría la “separación temporal” de la cantante y el médico.
Les presentó a inicios del 2019 la escritora y abogada Cruz Sánchez de Lara, mujer del periodista Pedro J. Ramírez, en una cena. La artista ha querido dejar claro en sus primeras declaraciones que no se trata de una decisión definitiva, sino de un tiempo de reflexión: “No es una ruptura, es una separación temporal”. Aunque se ha publicado que los infructuosos intentos de tener hijos de la pareja recurriendo a técnicas in vitro han acabado por erosionar la relación, Chenoa asegura que es lo intenso de las agendas de ambos lo que les ha distanciado. A finales de mes, saldrá un nuevo single de la cantante, después de cuatro años. Chenoa piensa continuar alternando temas bailongos como Cuando tú vas o En tu cruz me clavaste, con su faceta televisiva, que antes de OT fogueó en Tu cara me suena. Una semana más volveremos a verla en Operación Triunfo: a juzgar por su aspecto, nadie diría que han pasado más de dos décadas desde que se estrenara.
La cantante ha compaginado desde 2016 su carrera musical con su trabajo en televisión como parte del jurado de Tu cara me suena. Chenoa ha aportado al programa su experiencia y su naturalidad, además de intentar poner paz entre los piques de sus compañeros.
Pero que nadie piense que Chenoa tiene intención de que su situación sentimental vaya a afectar a su trabajo en OT, porque nada más lejos de la realidad. De hecho, no es la primera vez que se enfrenta a una situación difícil en su vida. Un año antes de presentarse al concurso le detectaron un cáncer de útero durante una citología rutinaria. Algo que dio a conocer no hace mucho tiempo. En principio no reveló su enfermedad ni siquiera a su madre, que se enteró por casualidad, y acudía sola a las consultas. También conocida es su mala relación con su padre biológico, José Carlos Corradini, que le ha hecho pasar bastantes malos ratos de los que siempre ha salido airosa. Su madre se separó de él cuando ella apenas tenía un año, marchándose de Buenos Aires y llevándose consigo a sus dos hijos.
Pero hubo una ocasión en el que la aparente fortaleza de Chenoa se quebró y, para su desgracia, delante de las cámaras y en un momento de máxima popularidad para ella. Se trata de la ruptura con David Bisbal, cuya relación se fraguó durante Operación Triunfo. Pasó a formar parte de la historia viva de la televisión en España y fue indisimulable durante aquella encendida interpretación que ambos hicieron de Escondidos.
En octubre de 2001 pisaban la por entonces desconocida academia de OT 16 chavales dispuestos a triunfar en el mundo de la música. Más de 20 años después son 18 los que acaban de entrar. Entre aquella mítica primera hornada se encuentran nombres como Rosa López, David Bisbal, Chenoa, Manu Tenorio, Nuria Fergó o David Bustamante.
Todo ocurrió cuando en 2004 se daba a conocer la relación de Bisbal con Elena Tablada y entonces una destrozada Chenoa salía a pedir respeto a los periodistas que se agolpaban en su puerta sollozando. Todo se hubiera quedado ahí si no hubiera sido porque salió en chándal a hacer esas declaraciones. Y ahí se lió. Esas imágenes le han perseguido a lo largo de toda su carrera pero, una vez más, demostró que con humor todo se soluciona, y llegó a lanzar una línea de prendas deportivas con frases como “yo, en chándal, no salgo más”.
Acostumbrada a buscarse la vida, Chenoa no está dispuesta a amedrentarse por una separación sentimental, bien sea de Bisbal, o bien sea de su marido. De hecho, ella sabe muy bien lo que es buscarse la vida. Ya lo hizo cuando antes de OT alternaba su trabajo como educadora infantil con actuaciones en el Casino de Palma por las noches, repartiendo descuentos entre los padres de sus alumnos para que fuesen a verla.
