Con un cuarto de siglo de vida, es el programa más veterano de la televisión española. 'Saber y ganar' se estrenó el 17 de febrero de 1997 en La 2 y se ha hecho un hueco en el corazón y la memoria colectiva de todo un país. El concurso está fuertemente asociado al periodista Jordi Hurtado (Barcelona, 1965), su conductor desde la primera emisión. Por su parte, 'Pasapalabra' es otro coloso televisivo que lleva en antena desde el 24 de julio de 2000. En su caso, ha tenido una vida más accidentada saltando de una cadena a otra; comenzó su andadura en Antena 3 (2000-2006), se mudó a Telecinco una larga temporada (2007-2019) y ha acabado regresando a Atresmedia tras un largo litigio que se resolvió en los tribunales.
'Pasapalabra', una copia de su homólogo italiano 'Passaparola', se emite de lunes a viernes a las 20 horas. Roberto Leal es su presentador y lidera la franja horaria anterior a la emisión de los informativos de las nueve de la noche. 'Saber y ganar' se puede ver todos los días a las 15:30 horas. Y también triunfa. Sigue siendo una de las opciones favoritas de las sobremesas 25 años después de su estreno. Veamos las características, similitudes y diferencias entre estos dos míticos concursos de la pequeña pantalla.
Jordi Hurtado contra todos
Sin la presencia del carismático comunicador catalán, probablemente 'Saber y ganar' no habría sobrevivido tanto tiempo. Su rostro es historia de la televisión. Jordi Hurtado se había dado a conocer en TVE con otro concurso -'Si lo sé no vengo'- que duró en antena entre 1985 y 1988. Se curtió a principios de los 90 en varios programas más ('Pictionary', 'Carros de juego') hasta que el realizador Sergio Schaaff le dio la oportunidad de presentar un concurso diario que tiene como objetivo “la divulgación de la cultura de una manera amena”. Además, Hurtado es doblador (dio voz a Epi, el personaje de 'Barrio sésamo') y ha trabajado en la cadena SER.
Cuesta disociar su imagen del concurso. Se han gastado numerosas bromas, comentarios jocosos y chistes a cuenta de su larga carrera en el consolidado espacio de televisión. Tras la muerte de la reina Isabel II, las redes sociales se inundaron de memes sobre la "inmortalidad" de Jordi Hurtado y fue trending topic en Twitter. 'Pasapalabra', en cambio, no ha tenido una imagen fija y reconocible. Por el plató del concurso han pasado Silvia Jato (1.193 programas), el incombustible Constantino Romero (31 programas), Manel Fuentes (2 programas) y Christian Gálvez (3.292 programas), seguramente el más reconocible de todos ellos. El periodista sevillano Roberto Leal, de 43 años, es su presentador desde 2020.
Lucha de gigantes
Tantos años en antena dan para engordar los datos y números de manera espectacular. A 'Saber y ganar' hay que sumarle más de 4.000 horas de televisión en las que se han formulado 470.000 preguntas, en teoría sin que haya habido ninguna repetida. En el concurso insignia de RTVE han participado cerca de 3.000 personas, de los cuales 17 han llegado a los 100 programas y solo 4 han alcanzado las 200 emisiones, el límite fijado por la cadena. A sus participantes, a diferencia de los típicos concursos de televisión donde lo que importa es el premio, se les conoce con nombres y apellidos y, una vez superada la barrera de los 1.000 euros, reciben el apodo de 'Magníficos'. En total, se han repartido 8 millones de euros.
La humanización de los concursantes también es un rasgo característico de 'Pasapalabra'. Los duelos entre Orestes Barbero y Rafa Castaño han marcado un hito en el programa y han estado varios meses disputándose el ansiado bote. El gran premio está valorado en 1.840.000 euros.
La emoción del rosco
Las operaciones matemáticas forman parte de las rondas de La Calculadora Humana, la sección más importante de 'Saber y ganar'. 'Pasapalabra' cuenta con El Rosco, su prueba más emblemática y emocionante y que en los últimos tiempos ha estado inmersa en un embrollo judicial. La empresa holandesa MC&F reclama los derechos de la tanda definitiva del programa y una indemnización de 50.000 euros. De momento, parece que su continuidad no peligra.
La dinámica de esta fase final es muy conocida. Cada concursante debe acertar en un tiempo determinado 25 palabras, cada una con una letra del alfabeto, y siempre después de haber escuchado una breve definición por parte del presentador. Para su elaboración, se parte del diccionario de la RAE y del de María Moliner. Participan distintos estamentos del programa: desde los guionistas hasta los mandos directivos, que realizan los cambios que consideran oportunos. Para que no haya ningún error idiomático debe contar con el visto bueno definitivo de un lingüista, que determinará la validez de los términos elegidos. Están en juego cientos de miles de euros.