OCHO años después de La voz dormida, Benito Zambrano regresa a la gran pantalla con Intemperie, la adaptación cinematográfica de la novela de Jesús Carrasco a la que el director de Solas (1999) ha otorgado cierto aire de western.

Precisamente Carrasco se alejó de las tareas de escritura del guion, tarea que han desarrollado el propio Zambrano junto Pablo y Daniel Remón. Cuenta además el cineasta que no había leído la novela hasta que le propusieron realizar la adaptación. Y una vez lo hizo, empatizó plenamente con la historia. “Soy de Lebrija, he trabajado en el campo: sé de capataces, de los señoritos, de los dueños no sólo de la tierra, sino de las personas, y ese ambiente seco, duro”, explica aludiendo a la relación que establece un solitario pastor con un niño fugitivo, a quien enseñará cómo sobrevivir.

Con Luis Tosar encarnando al personaje del pastor y el joven Jaime López como el niño que huye, el filme mostrará cómo “él va convirtiendo al niño en un hombre a partir de las heridas tan tremendas que trae”, concluye.