Robin Food, atracón a mano armada es el espacio gastronómico que David de Jorge y Martín Berasategi han creado para los espectadores de ETB-2. El primero de ellos será el que lleve la batuta de lunes a viernes, aunque permitirá que un día a la semana el segundo tenga una sección. La primera cita es hoy a las dos y media de la tarde. Es el primer programa de cocina diario desde que hace tres años desapareciera el de Pedro Subijana. "Quiero hacer una cocina sin bobadas, la cocina que todos comemos, que nos gusta y que nos satisface el estómago. La mía no va a ser una cocina espiritual, no; la mía va a ser una comida para el cuerpo, para disfrutarla". Así de contundente se muestra De Jorge cuando se le pregunta por su sumario de intenciones ante el reto que se le presenta.

Los programadores de ETB han logrado evitar el enfrentamiento directo con Arguiñano, pero tienen un rival difícil, un espacio, también de Telecinco, que tiene unos índices de audiencia más que espectaculares, De buena ley. David de Jorge no se amilana ante sus rivales, quiere meter al público en su cocina y para ello no va a reparar en trucos y en ofertar media hora de sabrosas tentaciones: "En Robin Food se harán platos festivos, pero también se cocinará con sobras, congelados, todo tipo de ingeniería de cocina: latas, conservas, sopas de sobre..., lo que sea, sin complejos, intentando solucionar el día a día, sin ingredientes difíciles de encontrar ni elaboraciones sumamente complejas".

Destierro a los serios Este guipuzcoano, elegido dos veces mejor cocinero del Estado, está dispuesto a desmitificar la cocina delante de las cámaras: "Yo me voy a reír, eso espero, y quiero que los espectadores también lo hagan. Muchos cocineros se ponen tan serios que hasta pierden el sentido común y eso no puede ser". No va a contar chistes, eso se lo deja en exclusiva a Arguiñano y señala que su colega de Telecinco lo hace mucho mejor que él y tiene mucha más gracia.

El programa tiene varias secciones: una vez a la semana Martín Berasategi se acercará a la choza, como él mismo llama al espacio habilitado para el set de grabación y que está en el exterior de su restaurante, para participar en un apartado denominado Alíñame: "Cocinará esos platos que se comen en su casa cuando él los hace para su familia y para sus amigos. Son unos platos exquisitos que no son los mismos que se hacen en el restaurante. Martín deja en esta sección su categoría de chef triestrellado para ofrecer lo que él hace para los suyos", señala De Jorge.

Cada quince días Robin Food se apropiará del título de una película de Kevin Costner para dar paso a Bailando con lobos. Está pensada para que acuda un invitado y la lista promete ser larga. Hay cabida para todo el mundo: proveedores, cocineros extranjeros que expliquen un plato de su país, niños, amas y amos de casa, jubilados "y todos los que sientan pasión por los fogones y quieran compartir su entusiasmo con el espectador". El primer invitado va a ser muy especial para los espectadores de ETB-2 porque durante 15 años ha compartido y enseñado a confeccionar muchas recetas, Pedro Subijana. "Es todo un maestro de la cocina y creo que era un homenaje obligado invitarle a mi primer programa".

Combinaciones imposibles Los viernes, aunque habrá recetas de las de verdad, los va a dedicar a un espacio no apto para los que se tomen la cocina demasiado en serio. Quiere divertir al espectador con recetas y combinaciones nada convencionales y sí muy sorprendentes. Para empezar, la sección se llama Guarrindongadas: "Son secretos inconfesables a veces, pero divertidos. ¡Quién no se ha vuelto loco alguna vez y ha hecho mezclas que parecen imposibles! Por ejemplo, un bocadillo de Nocilla con chorizo o ha untado la tortilla de patata en la leche con Cola-Cao o ha echado miel a unas sardinas…"

En la presentación de este nuevo programa de cocina el dossier tenía un curioso regalo: una estampa de San Expedito y un rosario. La pregunta es obligada, ¿por qué un rosario con temas de cocina?. "Yo siempre he visto a la gente en la cocina, a las señoras, con un rosario en la mano y controlaban el tiempo de la cocción con lo que duraban los rezos. Nunca se equivocaban. Así que ya saben, los que quieran ahorrar energía y que no se les quemen las cosas o se queden crudas, que vayan desgranando el rosario. Que conste que no tiene nada que ver con la Religión, es más con la cocina. La estampa es porque es el santo de los imposibles, así que se le puede pedir cualquier cosa". David de Jorge se toma con humor todo lo que rodea la cocina: "Hemos venido a este mundo para disfrutar".