31 personas han sido detenidas en Bizkaia pertenecientes a una organización criminal internacional en una macrooperación llevada a cabo por la Guardia Civil contra las estafas on line, usurpación de identidad, falsificación documental y blanqueo de capitales, según ha podido saber este periódico por fuentes cercanas al caso. En el total del operativo se han arrestado a 50 personas.

Según informan fuentes policiales, la red contaba con miembros asentados en distintos puntos del Estado y contactos directos en Nigeria, a donde se enviaban parte de los beneficios obtenidos ilícitamente. En este contexto, el beneficio obtenido por la organización se estima en más de 320.000 euros, además de un perjuicio aproximado de 40.000 euros a compañías de telefonía.

Material intervenido por la Guardia Civil G.C.

Durante la operación, denominada Cyganky, se han realizado tres registros domiciliarios en Bilbao, Barakaldo y Miranda de Ebro, incautándose, entre otras cosas, más de 150 tarjetas SIM de prepago, móviles, televisores, identificaciones, contratos de telefonía fraudulentos, tarjetas monedero, documentación relacionada con el blanqueo de capitales y un dispositivo utilizado para la transmisión de criptomonedas.

100 personas identificadas

Además, como resultado de las pesquisas han sido investigadas siete personas e identificadas otras 100, como presuntos autores de los delitos de estafa continuada, usurpación de estado civil, falsificación documental, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.

En este sentido, se han identificado 34 miembros de la organización asentados en Nigeria y a más de 400 víctimas. Muchas de ellas desconocían haber sido víctimas de usurpación de identidad.

Modus operandi

La actividad delictiva se iniciaba con la usurpación de identidades de terceras personas, cuyos datos eran utilizados para contratar fraudulentamente líneas telefónicas de prepago y otros servicios de telecomunicaciones. Posteriormente, las usaban para contactar con víctimas a través de plataformas de compraventa on line, simulando operaciones comerciales legítimas. Una vez convencidas, las víctimas realizaban pagos mediante Bizum, transferencias bancarias o envíos de productos electrónicos, que nunca llegaban a su destino real.

En los casos en los que se recibían productos, eran enviados a direcciones controladas por la organización en el Estado, donde otros miembros se hacían pasar por los destinatarios legítimos. Posteriormente, eran vendidos en establecimientos de compraventa de segunda mano. Parte del dinero obtenido era enviado a Nigeria a través de empresas de envío monetario.