La rotura de un glaciar en la zona suiza de los Alpes ha provocado que gran parte de un pequeño pueblo quede sepultado y ha derivado en una segunda amenaza sobre todo el valle, ya que el tapón de escombros, hielo y piedras ha interrumpido el cauce del río Lonza y la acumulación de agua hace temer a las autoridades que pueda producirse una gran riada.
Las alrededor de 300 personas que viven en Blatten, en el sureste de Suiza, recibieron la semana pasada una orden de evacuación apresurada. Un hombre de 64 años que hizo caso omiso de los mensajes permanece desaparecido y las imágenes de la zona muestran que apenas unas pocas casas no están ya sepultadas.
Los inmuebles que siguen en pie han comenzado a llenarse de agua, según las autoridades, que han ordenado ahora la evacuación de otras áreas cercanas como medida de precaución, después de que haya aumentado la preocupación a una inundación a gran escala en todo el valle de Lotschenta.
El diputado Beat Rieder, originario de una de las localidades de la zona, ha advertido de que la población "lo ha perdido de todo" por una tragedia "que el valle nunca había sufrido". "Es un enorme impacto", ha lamentado en declaraciones a la televisión.