Nelson David M., acusado de la muerte de cinco hombres en Bilbao con los que supuestamente contactaba a través de plataformas digitales de citas entre personas del mismo sexo, ha reconocido que utilizó la tarjeta de crédito de una de estas víctimas, cuyas siglas son R. C. T., para sacar dinero en cajeros automáticos y realizar diversas compras. En la vista oral celebrada este lunes por dichas transacciones económicas, la acusación particular ha solicitado para él una pena de 4 años y 6 meses por un delito de estafa continuada por uso fraudulento de tarjeta de crédito y otra de 5 meses y 29 días por estafa informática en grado de tentativa. El Ministerio Fiscal ha rebajado su petición una condena de tres años a dos años y seis meses debido a que el investigado ha reconocido los hechos. Por su parte, la defensa ha reclamado la libre absolución o una condena mínima por entender que "queda acreditado que Nelson David no tuvo ningún tipo de contacto con el fallecido".

La sesión ha arrancado después de que la jueza denegara la suspensión de la misma solicitada por la acusación particular. La letrada de esta parte reclamaba esta medida por "economía procesal" y por evitar una "revictimización de la víctima", ya que entendía que esta causa por estafa debía ir ligada a la que, en estos momentos, se halla a la espera de la resolución del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional por homicidio. Esta última había quedado archivada provisionalmente al no hallar los informes forenses indicios de violencia en la muerte de la victima de esta presunta estafa.

Una vez iniciada la vista, la jueza también ha decidido retirar de la causa, contra el criterio de la acusación particular, el presunto delito de robo con violencia, al estar interesado por el procedimiento por homicidio que está a la espera del fallo del Constitucional.

La relación con Maracucho

En su turno de palabra, el acusado, Nelson David M., que solo ha respondido a las preguntas de la defensa y de la jueza, ha asegurado no conocer al fallecido y víctima de la estafa. Respecto a la tarjeta de crédito, ha manifestado que esta "no tenía nombre" y que se la entregó una persona a la que identificó como "Maracucho", que solía frecuentar "lugares de ambiente y fiestear con señores" al igual que un tal "Anthony". El acusado ha reconocido que no era la primera vez que Maracucho le entregaba una tarjeta para retirar efectivo y que él simplemente "sacaba el dinero" sin interesarse de dónde procedía.

Nelson David ha relatado que, en un momento dado, Maracucho le dijo que debía deshacerse de la tarjeta, pero que no lo le hizo caso. En este sentido, ha reconocido que realizó diversas compras con dicha tarjeta en un viaje a Murcia para visitar a la que entonces era su pareja.

Esta, A. E. T., ha testificado a petición de la acusación particular. En su testimonio, tras apuntar que a día de hoy mantiene con el acusado "una relación cordial, pero no sentimental" aseguraba no recordar muchos detalles de los hechos, que se produjeron en septiembre de 2021, pero ha constatado que ya hizo entrega a los agentes que investigaban el caso de los regalos que Nelson David le compró con la tarjeta usada de forma fraudulenta.

Carlos, su seudónimo

Posteriormente ha ejercido de testigo un agente de la Ertzaintza que formaba parte del equipo de investigación de la muerte de R. C. T. Este ha asegurado que, tras el análisis del teléfono móvil de la víctima, que les fue entregado por su hermano, se puede afirmar que había una relación previa con el acusado, ya que aparecían dos contactos con el nombre de Carlos, seudónimo que solía utilizar supuestamente Nelson David en las plataformas de citas para personas de orientación homosexual como Grindr y Wapo, cuyas aplicaciones estaban instaladas en el dispositivo. Estos números telefónicos coincidían con los que utilizaba habitualmente Nelson David.

Además, en el móvil de la víctima también había rastros de comunicaciones de SMS sobre varias operaciones de Bizum de hasta 500 euros, "unas seis o siete", pero que no lograron fructificar al ser frenadas por el banco, así como mensajes de recuperación de contraseña de la cuenta de la víctima y otro de Western Union.

Del mismo modo, el agente de la Ertzaintza ha corroborado que los objetos recuperados tanto en el registro realizado en su día en el domicilio del acusado como los entregados por su antigua novia coinciden con los gastos registrados en la tarjeta de R. C. T. Además, ha sido taxativo que pudieron identificar "sin ninguna duda" a Nelson David en las grabaciones de dos cajeros automáticos en Bilbao y Torre-Pacheco (Murcia) que coinciden con extractos en la cuenta de la victima.

Posteriormente, ha testificado a puerta cerrada el hermano de R. C. T. No obstante, de la mano de la abogada de la acusación particular en la exposición de sus conclusiones, ha trascendido que este testigo ha desmentido lo manifestado por Nelson David al asegurar que la tarjeta de crédito utilizada en la estafa "era nominativa". Así mismo, ha confirmado que su hermano "hacía uso de estas aplicaciones" como las citadas Grindr y Wapo para mantener relaciones sexuales.

7.923 euros

En el turno final, la acusación particular, que en el procedimiento había solicitado una pena total de nueve años y once meses de prisión incluyendo el delito de robo de violencia, extraído finalmente de la causa, ha incorporado a los de estafa continuada por uso fraudulento de tarjeta de crédito y estafa informática en forma de tentativa el agravante de discriminación por la orientación sexual de la víctima. De este modo, pide una condena total de 4 años, 11 meses y 29 días y una indemnización de 7.923 euros, que es la cantidad que se ha podido acreditar como sustraía de la cuenta de R. C. T. No obstante, ha recordado que el acusado intentó hacerse con otros 8.800 euros en operaciones que, finalmente, no pudieron ser culminadas.

Por su parte, la defensa, además de asegurar que "no hay un solo indicio de que Nelson David tuviera una relación personal con el fallecido", ha sido extremadamente dura con el informe realizado por la Ertzaintza, del cual ha dicho que "hace aguas por todos los lados". El abogado solamente admite la realización de los dos extractos en cajeros automáticos documentados con imágenes de la cámara de seguridad, por lo que ha solicitado la libre absolución de su defendido "o una condena mínima". Este último, en su alegato, ha declarado que en su contra pesa "una condena mediática y social" y ha recordado que él mismo se entregó a la Policía al enterarse de que estaba siendo buscado por el asesinato de cinco hombres.

Varias causas abiertas

Además de a esta causa por estafa vista para sentencia, Nelson David M. se enfrenta a otros cinco procedimientos por homicidio. Uno es el del caso de la víctima de la estafa, R. C. T., que está a la espera de la resolución sobre el recurso presentado al Tribunal Constitucional. Los otros cuatro están pendientes de señalamiento -uno de ellos con jurado popular-. Además, tiene otras dos causas abiertas por tentativa de homicidio, una de ellas pendiente del recurso ante el Tribunal Supremo. Actualmente, el acusado cumple una pena de 10 años de prisión por intento de asesinato.