Estaba siendo una jornada rutinaria, de vigilancia en aguas del Puerto de Bilbao, cuando algo ha llamado la atención de la patrulla de agentes de la UVR (Unidad de Vigilancia y Rescate) de la Ertzaintza que navegaba hacia El Abra, en la zona donde habitualmente se operan cargas y descargas de chatarra.
En el agua, una gaviota agonizante luchaba por mantenerse a flote a duras penas. Tras acercarse hasta el ejemplar nadando, el agente ha comprobado que tenía ambas patas enredadas en un sedal de pesca. También el pico estaba enrollado con ese hilo y, además, llevaba un anzuelo enganchado en una de sus alas.
Al comprobar la gravedad de la situación y que la vida del ave corría peligro, los agentes han optado por llevarla hasta el barco de la UVR donde han procedido a liberarle de los metros de pita que impedían a la gaviota nadar y emprender el vuelo.
En cuanto esos elementos propios de la actividad humana han sido retirados el ave ha sido devuelta al agua y, a los pocos segundos ha levantado el vuelo.