"Soy culpable. Maté a mi mujer a y mi hija", ha declarado con frialdad el acusado de matar a su mujer e hija en Abanto-Zierbena en 2020. A preguntas del abogado de la Fiscalía ha dicho que cuando llegó a casa el día 10 de marzo su mujer y su hija estaban dormidas. "Vi dos mazas en la cocina, se me hizo la luz y tuve una sensación de inevitabilidad", ha dicho el acusado quien va a responder a las preguntas de todas las partes, excepto a la de la letrada de Clara Campoamor, Ana Hernando.

"Golpeé a mi mujer dos veces. No se levantó, pero como tenía miedo de dejarla paralítica decidí coger un cuchillo y cortarle el cuello". El acusado ha confesado no recordar cuántas veces cortó el cuello a su mujer. "Me aseguré de que estaba muerta", ha explicado al tiempo que ha dicho no recordar que le colocara un trapo en la boca.

Soy culpable. Maté a mi mujer a y mi hija", ha declarado el acusado por el doble crimen de Abanto Oskar González

A preguntas del Fiscal el acusado ha confesado que llevaba tiempo pensando en suicidarse y que decidió matar a su mujer e hijas utilizando un método similar con el que mataba a los animales en la granja que tenía. "Golpeaba en la cabeza y les cortaba el cuello". El acusado ha negado que fuera un machista y que cuando empezó a arruinarse no pudo soportar la situación y deció matar a su mujer e hija porque ellas no iban a poder con ello". Y ha añadido: "Yo no estaba bien y después mi idea era quitarme la vida".

Fingir un secuestro

El presunto autor ha dicho cómo después de matar a su mujer subió a la planta superior de la vivienda donde estaba su hija en la habitación, medio dormida. "Le dije a mi hija que íbamos a fingir un secuestro porque teníamos problemas económicos". Según ha dicho el acusado, la hija accedió a la petición de su padre y le colocó en el suelo, boca abajo atada de pies y manos. "La golpeé con el mazo y después le corté el cuello"; ha dicho con frialdad y sin titubear.

En un momento de la declaración el acusado ha roto a llorar. "Mi hija sufría terrores nocturnos. Yo iba por la noche y le llenaba la cara con mis lágrimas". El presunto autor de los hechos ha insistido en que decidió asesinar a su mujer y a su hija porque cuando entró en la casa y vio a su mujer dormida se le "hizo irrefrenable el deseo" de matarlas y por eso tomó las mazas que tenía en la cocina. "A mi hija le corté el cuello otra vez por si acaso", ha comentado refiriéndose a la herida post mortem que la víctima presentaba en la parte posterior del cuello. "Mi relación con mi hija era maravillosa", ha insistido.

Aquel 10 de marzo, el día en el que se produjeron los hechos, el presunto autor de los hechos ha comentado que llegó a casa en su coche particular después de haber ingerido botella y media de vino en los bares del barrio de Sanfuentes: "Al principio no bebía mucho, pero el último mes empecé a beber mucho. Lo que me hacía mal era el ron",

Asesinato con alevosía

El juicio por el doble crimen de Abanto en marzo de 2020 ha arrancado a las 9.30 horas en la Audiencia Provincial de Bizkaia. El único acusado será juzgado desde este martes por presuntamente asesinar a su mujer y a su hija en el domicilio familiar. La Fiscalía solicita 25 años por cada uno de los crímenes por un delito de asesinato con alevosía con agravante de parentesco y violencia de género. El letrado de la familia de las dos víctimas, Joseba Estrade ha explicado que las dos mujeres murieron en una situación de "total indefensión" golpeadas con unas mazas y posteriormente degolladas. "El acusado mató a su mujer y a su hija sin ningún tipo de escrúpulo", ha declarado ante los miembros del jurado popular.

Ana Hernando, abogada de Clara Campoamor, ha explicado que el agravante de género queda totalmente acreditado porque el acusado considera que las dos mujeres a las que asesina con alevosía las considera "seres inferiores" y que según declara en su momento en acusado decide quitarles la vida por "pena" y para que no sufran ante los problemas económicos que les venia encima: "Les quita lo más valioso que tienen, la vida, y lo hace cuando ambas están en una posición de indefensión".

Por su parte, el abogado de la defensa ha dicho que no hay ninguna prueba que acredite que existiera ninguna situación de violencia en el domicilio, ni tampoco ninguna denuncia. "El acusado se encontraba en un situación de embriaguez importante en el momento en el que se produjeron los hechos". Según ha comentado, el acusado mató a su mujer y su hija y al día siguiente quedó con su familia y confesó el crimen y la situación económica en la que se encontraba la inmobiliaria familiar que dirigía.

Doble crimen

Durante varias jornadas, se juzgará el doble crimen ocurrido el 10 de marzo de 2020 en un domicilio del barrio de Sanfuentes en Abanto. Fue al día siguiente cuando se recibió el aviso de que se había localizado cadáver a las dos mujeres, de 54 y 24 años de edad, y con indicios de criminalidad. Ese mismo día era detenido el marido de la mujer asesinada junto a su hija, como presunto autor del doble crimen.

El arrestado, localizado en unos trasteros de Portugalete, fue trasladado a un centro sanitario en estado semiinconsciente, ya que al parecer ha ingerido un número indeterminado de pastillas. El hombre ha permanecido en prisión preventiva desde entonces. ¿Por qué no se suicidió? Le ha preguntado el abogado del Fiscal y el acusado le ha respondido que hasta el día de 10 de marzo era una persona con honor y ahora "soy un monstruo". "Tenía que informar a mis hermanas de los problemas económicos por los que pasaba la empresa y tenía que dar la cara", ha comentado.

Te puede interesar:

"Ya estoy condenado"

El acusado ha confesado que ahora vive la misma angustía que cuando mató a su mujer y a su hija en 2020. "Lloro todos los días. Yo ya estoy condenado", ha aclarado a preguntas de la letrada que representa al Estado. Por su parte, el abogado del acusado le ha pedido que expliqué por qué mató a su mujer y a su hija: "Llegé a casa y se me iluminó la luz"; ha comentado y ha aclarado que si aquel día 10 de marzo ellas, -refiriéndose a las víctimas-, habrían estado despiertas no "hubiese cometido los dos asesinatos". Además, el acusado ha explicado que no ejercía una posición dominante con ellas y que les quería. "No soy un machista. Mi hija quiso estudiar derecho aunque yo no quería", ha asegurado. El presunto asesino ha dicho que el "error fue matar a su mujer y a su hija" y que tendría que haber quedado con sus hermanas para comunicarles los problemas económicos por los que atravesaba la empresa y después quitarse la vida. "Nunca tuve intención de huír. Yo quise que la policía me encontrase".