Bilbao. Eufórico, desbocado y notablemente alterado. Así es como se encontraba un joven bilbaino de 34 años que, en la madrugada de ayer, invadió a pie la calzada de la avenida Lehendakari Aguirre de Deusto y se abalanzó sobre los vehículos que circulaban por la citada vía. Después, una vez que los agentes de la Ertzaintza pudieron llevarle a la acera, el joven murió de forma repentina como consecuencia de una parada cardíaca. Las causas que provocaron el fallecimiento están aún por confirmar, a la espera del dictamen de la autopsia que se lleva a cabo en el Instituto de Patología Forense de Bilbao, adonde se trasladó el cadáver. No obstante, según fuentes del departamento vasco de Interior, el hombre "estaba muy alterado y, posiblemente, se encontraba bajo los efectos de sustancias estupefacientes y del alcohol", lo que pudo provocarle el paro cardíaco que acabó con su vida.
A la una y media de la madrugada, vecinos de la zona dieron aviso al de la presencia de un hombre en el centro de la calzada de la avenida Lehendakari Aguirre. Según los testigos, esa persona se encontraba en un estado de "notable alteración" y se arrojaba al paso de los vehículos que circulaban por la zona poniendo en serio peligro tanto su vida como la de los conductores y usuarios de la vía. Una patrulla de la Ertzaintza llegó poco después al lugar. Los agentes trataron de calmar al joven e intentaron que abandonara la carretera para evitar que fuera arrollado.
También una joven que, al parecer, acompañaba a la víctima colaboró para intentar, sin éxito, que el joven abandonara la vía. Según explicó la acompañante a la Policía vasca, el hombre sufría alucinaciones después de haber ingerido alcohol y algún tipo droga estimulante; sustancias que pueden ocasionar cuadros de euforia, confusión, agitación y pensamientos delirantes. Y es que, entre los efectos de estupefacientes como la anfetamina se encuentran la euforia, la energía fuera de lo habitual, ataques de ansiedad, sudoración, vista borrosa o vómitos. Los consumidores pueden pasar varios días consecutivos sin dormir, con el consiguiente cansancio psíquico que en algunos casos puede llevar a sufrir crisis de paranoia y ansiedad.
Calle cortada Cuando los agentes intentaron retirar al joven de la calzada, este se resistió violentamente. Agredió a los ertzainas y se causó diversas lesiones al golpearse, el mismo, contra el suelo. Ante la imposibilidad de sacarle de la carretera, los agentes optaron por cortar la calle y desviar el tráfico. Así, cruzaron un vehículo policial en la carretera para detener el tráfico y evitar que el resto de usuarios atropellaran al joven o pudieran sufrir algún accidente. Con la colaboración de varios compañeros, los agentes retiraron al joven de la calzada. Según Interior, cuando se encontraba en la acera, "comenzó a sufrir convulsiones y a agitarse violentamente" hasta que, finalmente, perdió la consciencia. Los agentes solicitaron una ambulancia medicalizada; sin embargo, los sanitarios, que trataron de reanimarle, no pudieron hacer nada por salvarle la vida. Cayó de forma fulminante en la acera. El cadáver fue trasladado al Instituto de Patología Forense, donde se le practicará la autopsia para determinar las causas del fallecimiento. La Ertzaintza comenzó ayer una investigación para esclarecer los hechos que rodearon a la muerte de este joven.