Bilbao. Hace casi un mes que Andrés Fernández, portugalujo de 68 años, se encuentra en paradero desconocido. Nada se sabe de él desde el pasado día 10 de diciembre cuando en torno a las 13.45 horas le vieron por última vez en su zapatería de Sestao. Desde entonces, no se sabe nada de él. Su móvil no da señal y no hay movimiento en sus cuentas bancarias. La familia de Andrés, al que están muy unidos, vive un infierno. "Lo peor es la incertidumbre. Estamos hechos polvo. Es Navidad y lo único que queremos es tenerle en casa con nosotros", explicó a DEIA Unai Olabarrieta, yerno del desaparecido.
Al desasosiego por no saber dónde se encuentra su familiar y qué es lo que ha pasado con él, se suma la falta de indicios y de pruebas que permitan iniciar nuevas vías de investigación para determinar su paradero, ya que la familia descarta con rotundidad la posibilidad de que se trate de una marcha voluntaria. "La Policía está tan desconcertada como nosotros. Todo lo que se baraja es por descarte, no hay nada que apunte dónde puede estar", reconoció el familiar.
Una de las vías abiertas en la investigación en la que se centra la policía es el coche de Andrés, un Renault 21 negro con matricula BI-3779-BS, con el que desapareció hace casi una mes. Se revisaron las grabaciones de las cámaras de gasolineras y autovías con la intención de encontrar nuevas pista, pero no hubo éxito. Otro de los caminos que tomó la investigación fue rastrear la zona del Kobaron y el alto del Haya, "por donde Andrés solía pasear". Tampoco encontraron nada, hasta que recientemente, la Policía vasca encontró en Kobaron un trozo de parachoques que coincidía con el modelo de turismo del desaparecido, sin embargo, no se trataba del coche de Andrés. Poco después, cuando el helicóptero y los buzos de la Ertzaintza rastreaban el entorno localizaron un vehículo parcialmente sumergido en una zona de acantilados de Kobaron. Una vez más no hubo suerte y la esperanza de la familia se volvió a desvanecer. "Los restos encontrados son antiguos y no corresponden con el coche de Andrés", explicó su yerno, quien reiteró que la familia quiere "acabar con la incertidumbre" y encontrarle "cuanto antes".
El pasado día 5, el corazón de los familiares de Andrés dio un nuevo vuelco al conocer la noticia de que un cadáver apareció frente a la costa de Biarritz. En ese momento, fue inevitable para ellos pensar que, en el caso de que Andrés hubiera caído a la mar, tal vez, la corriente pudo haberle llevado hasta allí. Nuevamente, la Ertzaintza desmontó esa hipótesis al confirmar que el cuerpo pertenecía a un joven de 30 años desaparecido en la zona.
A falta de nuevos indicios y pesquisas en las que centrarse, la Er-tzaintza continúa con la investigación sin descartar, por el momento, ninguna hipótesis, tras haber rastreado la zona del Kobaron. Por su parte la familia solicita a quien pueda aportar algún dato sobre el paradero de Andrés Fernández que se pongan en contacto con la Ertzaintza, o que llamen al teléfono: 672.380.833.