Se trata del TPO (óxido de trimetilbenzoildifenilfosfina) y la DMPT (dimetiltolilamina), presentes en productos que se endurecen bajo lámparas UV o LED. La Comisión Europea los ha catalogado como carcinógenos, mutagénicos o tóxicos para la reproducción, lo que implica que ya no se pueden fabricar, vender ni aplicar en ningún país miembro.

La medida tiene efecto inmediato: no hay periodo de transición y la prohibición es total desde el primer día. Con esta decisión, Bruselas envía un mensaje claro tanto a fabricantes como a consumidores: los cosméticos no solo deben ser eficaces o duraderos, también deben garantizar la seguridad sanitaria.

Revisa tus esmaltes

El verdadero peligro ahora está en los esmaltes que ya compraste antes de la prohibición. Muchos siguen en cajones, neceseres o estuches de maquillaje, listos para ser usados sin que sus dueños sepan que contienen químicos de riesgo.

Los expertos advierten que los problemas no aparecen con una sola aplicación, pero sí con la exposición repetida. Esto afecta sobre todo a las profesionales de la estética, aunque el uso ocasional en casa tampoco está libre de consecuencias porque los efectos se acumulan con el tiempo.

La UE prohíbe el uso de una sustancia muy utilizada en esmaltes de uñas por ser tóxica EFE

Por eso, la recomendación es clara: revisa tus esmaltes y geles semipermanentes. Si entre los ingredientes figuran TPO o DMPT, no los uses. Aunque el bote esté nuevo, lo más seguro es desecharlo. También es importante preguntar en los salones de uñas qué productos utilizan y asegurarse de que cumplen con la normativa.

La seguridad es lo primero

La decisión de Bruselas marca un cambio de mentalidad. Hasta ahora, los esmaltes se elegían por el color, el brillo o la duración. Desde ahora, la prioridad debe ser otra: la seguridad química. Esto significa que los consumidores deben acostumbrarse a leer la composición de los cosméticos que utilizan, incluso en productos tan habituales como un esmalte de uñas.

Una revisa la etiqueta de una lata de conservas. Freepik

El debate que abre esta prohibición va más allá del sector de la manicura. Si sustancias tan extendidas han estado en el mercado durante años sin que la mayoría lo supiera, cabe preguntarse qué otros ingredientes podrían ser revisados en el futuro. La Comisión Europea ya ha anunciado que seguirá endureciendo los controles, con el objetivo de que la cosmética en Europa sea no solo eficaz, sino también segura para la salud a largo plazo.

¿Por qué se utilizaban los compuestos?

Los compuestos ahora prohibidos, el TPO y la DMPT, se empleaban de forma habitual en la industria de la manicura porque garantizaban uno de los rasgos más valorados de los esmaltes y geles semipermanentes: su resistencia. El TPO funcionaba como fotoiniciador, es decir, al exponerse a lámparas de luz UV o LED activaba la reacción química que endurecía el esmalte en cuestión de segundos. Por su parte, la DMPT se utilizaba como agente de adhesión, ayudando a que el producto se fijara mejor a la superficie de la uña y alargando su duración frente a roces o agua. En conjunto, estos compuestos permitían un acabado brillante y duradero, lo que los convirtió en ingredientes muy extendidos en salones y productos de uso doméstico hasta la entrada en vigor de la prohibición europea.

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Una mujer se aplica esmalte de uñas transparente. Freepik

La medida no pretende alarmar, sino proteger a largo plazo. El mensaje es sencillo: revisa los esmaltes que tienes en casa y no uses aquellos que contengan TPO o DMPT. La manicura puede seguir siendo una decisión estética, pero ahora más que nunca debe ser también un hábito seguro.