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Una nutricionista sorprende: la mantequilla en la tostada es igual de saludable que el aceite

Sandra Moñino desmonta uno de los mitos más extendidos de la alimentación en su pódcast 'Con jengibre y limón'

Una nutricionista sorprende: la mantequilla en la tostada es igual de saludable que el aceiteFreepik

En un contexto donde el aceite de oliva virgen extra se ha consolidado como el rey de los desayunos saludables, una afirmación de la popular nutricionista Sandra Moñino ha sacudido las redes: “Una tostada con mantequilla es igual de saludable que una con aceite de oliva virgen extra”. Estas palabras, pronunciadas en su pódcast 'Con jengibre y limón', han generado un gran debate en torno a uno de los desayunos más clásicos y su relación con la salud.

Moñino, que cuenta con más de 800.000 seguidores en Instagram y es autora del libro 'Adiós a la inflamación', está especializada en nutrición antiinflamatoria. Su enfoque defiende una alimentación más consciente y adaptada a las necesidades de cada persona, alejándose de mitos dietéticos y consejos generalistas.

La mantequilla: ¿rescatada del olvido?

En el episodio de su pódcast, la nutricionista reivindica la mantequilla como una grasa saludable, siempre y cuando cumpla con unos requisitos básicos. Lejos de demonizar este alimento, explica que el problema no es la mantequilla en sí, sino la confusión con productos como la margarina.

“Otro tipo de grasa que también me gusta es la mantequilla, que mucha gente dirá: madre mía, ha dicho la mantequilla...”, comenta Moñino con ironía. Pero, lejos del alarmismo habitual, aclara: “Que no margarina. La margarina es una grasa que no es saludable”.

La clave, según explica, está en los ingredientes. Una mantequilla saludable debe tener únicamente eso: mantequilla. “Debe poner ingredientes: mantequilla. Ya está.”, insiste. Además, recomienda preferir aquellas procedentes de leche de cabra o de oveja por su mejor tolerancia en ciertas personas.

¿Y qué pasa con el aceite de oliva?

Sandra Moñino no resta valor al aceite de oliva virgen extra, al contrario. Reconoce sus beneficios, especialmente dentro del patrón de dieta mediterránea. Pero pone en valor que no todo gira en torno a este ingrediente y que existen otras opciones igualmente saludables si se eligen con criterio.

Cuando se le pregunta si una tostada con mantequilla puede ser tan saludable como una con aceite de oliva, su respuesta es clara: “Si te sientan bien los lácteos, sí”. Esta afirmación abre un nuevo enfoque: no se trata solo del alimento en sí, sino de cómo reacciona cada cuerpo ante él. “Es como si me dices: ¿comer queso es bueno? Sí, si te sienta bien”.

En este sentido, destaca la importancia de personalizar la alimentación y atender a la tolerancia individual a ciertos alimentos, especialmente los lácteos. Si alguien no tolera la leche de vaca, la nutricionista recomienda optar por mantequilla de cabra, de oveja o incluso ghee, que es mantequilla clarificada, más digestiva y sin lactosa.

Tostada con aceite de oliva virgen extra.

La margarina, el gran error

Una de las advertencias más contundentes de Sandra Moñino tiene que ver con la margarina. Este producto, habitual en muchos hogares por décadas, se ha considerado históricamente como una alternativa “más saludable” a la mantequilla. Sin embargo, la experta desmiente rotundamente esta creencia.

“La margarina lleva aceite de girasol, aceite de palma, aceite de colza o de nabina. No son opciones recomendables desde el punto de vista de la salud metabólica o inflamatoria”, explica. Además, estos aceites suelen estar refinados y, en muchos casos, hidrogenados, lo que eleva el riesgo cardiovascular y la inflamación celular.

La margarina, habitual en muchos hogares por décadas, se ha considerado históricamente como una alternativa “más saludable” a la mantequilla

Más allá del mito: alimentación basada en la tolerancia individual

Uno de los mensajes clave del discurso de Moñino es el abandono de los enfoques universales en la nutrición. En lugar de clasificar los alimentos entre “buenos” y “malos”, la experta aboga por una alimentación individualizada, basada en la tolerancia y la respuesta de cada organismo.

Los nutricionistas insisten en que no existe un alimento perfecto para todos. Lo importante es escuchar el cuerpo, identificar lo que te sienta bien y elegir con sentido común. Con su explicación, Sandra reivindica el papel de alimentos como la mantequilla natural, tan estigmatizados en el pasado, dentro de una dieta saludable, siempre que se consuman con moderación y se adapten a las características de quien los ingiere.