Los resultados de la encuesta La salud y las mujeres, llevada a cabo entre 1.500 mujeres del Estado español, en edades comprendidas entre los 18 y 75 años, han revelado que la mitad de las mujeres esperan a tener síntomas graves para acudir al médico. Además, las mujeres tienen peor salud que los hombres, duermen menos, hacen menos ejercicio y acuden menos a una consulta médica. Como reconocen los expertos, las mujeres viven más, pero peor porque van acumulando desigualdades de género. Todavía se parte de la evidencia de que la investigación se ha centrado en la salud del hombre: ese ha sido el patrón y no se ha prestado atención a las diferencias de salud con las mujeres.

Conclusiones

Subestiman los síntomas

Muchas mujeres no dan importancia a determinados síntomas al pensar que son algo pasajero o consecuencia del envejecimiento. Así, pueden atribuir el dolor abdominal o la fatiga extrema al estrés o a cambios hormonales, cuando, en realidad, estos síntomas pueden indicar algo más serio.

Miedo al diagnóstico

Esta situación puede llevar a postergar la consulta médica. Este temor, aunque natural, puede tener graves consecuencias para la salud, ya que los problemas detectados en etapas tempranas suelen ser más fáciles de tratar y tienen mejor diagnóstico.

Rol de cuidadoras

Por su papel de cuidadoras, las mujeres a menudo priorizan las necesidades de su familia y su entorno sobre su salud personal. Las responsabilidades diarias pueden hacer que pospongan las visitas al médico, pensando que no tienen tiempo suficiente para cuidar de sí mismas. Así, pueden anular de forma reiterada las citas médicas que previamente habían solicitado, optar por la automedicación o dejar de realizarse o espaciar en exceso las revisiones o pruebas preventivas.

La conciliación les pasa factura

El 50 por ciento de las mujeres espera a estar grave para demandar asistencia sanitaria. La conciliación les pasa factura. También queda camino en materia de prevención, con un problema creciente con el alcohol y el tabaco que ya afecta a un 65%.

¿Cómo fomentar el cambio?

-Educación y concienciación. Con campañas de concienciación que informen sobre la importancia de la detección temprana y el cuidado preventivo.

-Acceso a la atención médica. Mejorar el acceso a servicios de salud, incluyendo horarios flexibles y opciones de telemedicina puede facilitar que las mujeres encuentren tiempo para sus citas médicas.

-Apoyo social y familiar. Fomentar un entorno de apoyo donde las responsabilidades familiares se compartan equitativamente puede permitir que las mujeres prioricen su salud.