Soy fumador compulsivo desde hace años y nunca he conseguido dejar el tabaco. Se alude en muchas ocasiones a la fuerza de voluntad pero, como todos los adictos, no sé si poner esa responsabilidad sobre uno es justa cuando el entorno influye y mucho junto a la posibilidad de compra de la sustancia en cualquier esquina. ¿Podría ofrecerme algunos consejos para dejar el tabaco? Es conveniente dejarlo paulatinamente o mejor de golpe? ¿Es absolutamente necesario usar medicación en muchos casos? ¿Qué debería tomar?

No se trata de poner la responsabilidad sobre uno, es que está en uno. El entorno influye en eso y en todo lo demás. Hay más entorno que no fuma que fuma, te podría influir.

Dices que encuentras tabaco en cualquier esquina y ¿alcohol? Estaría justificado el estar borracho todo el día.

Cuando las circunstancias no son favorables hay que dejarlas de lado e ir a lo tuyo.

Cuando vas a la playa ves a bañistas haciendo surf. Uno va de la arena hacia el mar y otro vuelve del mar hacia la arena en el mismo sitio.

¿Eso quiere decir que en un mismo lugar y tiempo el viento sopla en direcciones opuestas?

La fuerza de voluntad que hace falta es inversamente proporcional al convencimiento. Cuando uno no está convencido lo tiene casi imposible. Si está verdaderamente convencido le resulta fácil.

Yo he tenido pacientes que han hecho de todo para dejar de fumar, y no lo han conseguido.

Después han tenido una angina de pecho y sin costarles nada, eso dicen, han dejado el tabaco y no lo echan de menos.

El dejarlo de repente o poco a poco depende de cada uno. Yo soy partidario del método repentino, lo otro me parece dar largas, salvo que tengas una enorme fuerza de voluntad.

He dicho a gente que deje de fumar, muchas veces, y no he conseguido que lo dejen. Pero he tenido casos totalmente contrarios.

Decir a una persona, médico por más señas, que fumaba 3 paquetes y medio al día que deje de fumar, dejarlo radical, sin tomar medicación y han pasado 20 años.

A una paciente en la consulta pedirle el paquete de tabaco, echarlo a la papelera y decirle: Ya has fumado el último cigarrillo de tu vida y así ha sido hasta ahora, 15 años.

¿Cómo acertar con la tecla? No es fácil. Muchas veces depende del momento en que le pilles al fumador el que haga caso a lo que le dices. La verdad que caso siempre hacen aunque, sea caso omiso.

Lo que está claro es que una costumbre que perjudica a la salud, al bolsillo, molesta a los demás y le hace esclavo, no hace falta que se lo digan a uno todos los días.

¿No es frustrante para la propia estima el reconocer que no eres capaz de poder con algo que está en tu mano conseguirlo?

¿No sería una satisfacción enorme el poder decir: Lo he dejado?

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