Un tratamiento farmacológico breve, sencillo y seguro desarrollado en la Universidad de Tel Aviv (Israel) ha reducido el riesgo de propagación de metástasis cancerosas tras la intervención quirúrgica para extirpar el tumor primario.

Así se desprende del primer estudio clínico de este tipo, publicado en la revista científica 'European Journal of Surgical Oncology', y realizado entre 34 pacientes con cáncer de colon operados en el Centro Médico Sheba Tel Hashomer.

Aunque la cirugía para extirpar los tumores primarios es el pilar de todos los tratamientos contra el cáncer, el riesgo de metástasis tras la extirpación del tumor se estima en un 35% entre los pacientes con cáncer de colon, con un riesgo mayor en los pacientes con estadios más avanzados de la enfermedad.

"El estrés durante el periodo de espera para la intervención quirúrgica, las reacciones de estrés e inflamación que produce el organismo durante la propia intervención y el periodo de recuperación física y, por último, la ansiedad posterior por la reaparición del cáncer, todo ello tiene un efecto adverso en la capacidad del organismo para combatir los procesos metastásicos. Estas condiciones mentales y fisiológicas crean respuestas inflamatorias de estrés, que provocan una amplia liberación de hormonas de las familias de las prostaglandinas y las catecolaminas. Estas hormonas suprimen la actividad inmunitaria antimetastásica y, por tanto, favorecen el desarrollo de metástasis. Además, estas hormonas ayudan directamente a las células cancerosas que permanecen en el organismo incluso después de la cirugía: debido a la exposición a estas hormonas, el tejido canceroso se vuelve más agresivo y metastásico. La buena noticia es que sabemos cómo tratar tanto el estrés como la inflamación con medicamentos ya disponibles", ha señalado el líder de la investigación, el profesor Ben-Eliyahu.

ESTUDIO CLÍNICO EN 34 PACIENTES

Los investigadores administraron a 34 pacientes con cáncer de colon dos fármacos seguros y disponibles en todas las farmacias: propranolol (Darlin), utilizado para bajar la tensión arterial y reducir la ansiedad, y etodolac (Etopan), empleado para prevenir el dolor y la inflamación.

Dieciséis pacientes elegidos al azar tomaron la medicación durante 20 días, desde cinco días antes hasta dos semanas después de la intervención en el Centro Médico Sheba. Los otros 18 pacientes recibieron fármacos placebo (grupo de control). Cinco años después, nueve de los 18 pacientes que recibieron el placebo (50%) desarrollaron metástasis cancerosas, frente a dos de los 16 pacientes que tomaron Darlin y Etofen (12,5%).

"Aunque a los cinco años de la operación la significación estadística es clara, necesitamos realizar estudios clínicos más amplios. Nuestro tratamiento redujo los marcadores de metástasis en el tejido tumoral y las probabilidades de recidiva del cáncer. Se trata de un tratamiento farmacológico breve, barato y sin efectos secundarios significativos. Buscamos deliberadamente los fármacos más seguros y baratos capaces de reducir la respuesta estresante-inflamatoria del organismo a la cirugía, con el fin de salvar vidas. Suena demasiado bueno para ser cierto, pero en un estudio que realizamos en 2017 se obtuvieron resultados similares en tejido de cáncer de mama. Debido al pequeño número de sujetos en ambos estudios, es imposible estimar con precisión la magnitud del efecto beneficioso, pero los efectos son estadísticamente significativos, lo que significa que no son accidentales", ha apuntado Ben-Eliyahu.

Según el investigador, una parte del estamento médico desconfía de los efectos de las reacciones inflamatorias por estrés, en particular las derivadas de factores psicológicos como la espera de una intervención quirúrgica o el miedo a que la enfermedad se extienda. Otro problema se refiere a la financiación de los estudios clínicos.