Las intervenciones ginecológicas diagnósticas y terapéuticas a ciegas, sin ver el interior del útero, continúan siendo habituales, pese a que conllevan riesgos de infecciones o lesiones, por lo que ginecólogos de varias sociedades recomiendan reemplazarlos por técnicas de visualización directa.

Ante este panorama, especialistas en histeroscopia -procedimiento que permite examinar el cuello uterino mediante un tubo que tiene una cámara y envía imágenes a una pantalla de vídeo-reclaman su uso y que se convierta en el procedimiento estándar en intervenciones ginecológicas y por tanto, se abandonen los procedimientos menos seguros para la mujer.

En ginecología, el legrado a ciegas es un procedimiento muy habitual para descartar el cáncer de útero, realizar una biopsia o analizar las causas uterinas del riesgo de aborto a pesar del riesgo de complicaciones como lesiones cervicales, perforaciones, adherencias, lesiones a otros órganos o reintervenciones.

“Cada vez es mayor la evidencia científica que muestra cómo, con frecuencia, la toma de muestras es inadecuada y conduce a un diagnóstico erróneo”, advierten el jefe de la Unidad de Cirugía Reproductiva del centro Gutenberg de Málaga y el expresidente de la sección de Histeroscopia de la AAGL, Luis Alonso.

A este respecto, recuerdan que varios estudios señalan que las reintervenciones son necesarias en más del 20% de los legrados a ciegas y las perforaciones se dan en un 5% de los procedimientos relacionados con el embarazo.

El acceso a ciegas a la cavidad uterina para el diagnóstico y tratamiento de patologías intrauterinas es un procedimiento que “no ha evolucionado en 150 años, comportando graves riesgos para la salud de la mujer”, ha explicado el jefe de servicio de Ginecología del Hospital Universitario Laniado (Netanya-Israel) y el vicepresidente de la sección de Histeroscopia de la AAGL, Sergio Haimovich.

Con el uso de estos procedimientos, la mujer “corre el peligro de sufrir infecciones, perforaciones en el útero, reintervenciones, lesiones a otros órganos y hemorragias, además de falsos negativos en las biopsias”, añaden.