Visitar Irati, sobre todo en otoño, es un clásico del aficionado vasco a la naturaleza. Entre sus hayedos-abetales, los más extensos y mejor conservados de Europa, se puede disfrutar de multitud de senderos y actividades de turismo activo.

Mucho se ha escrito sobre la selva de Irati y su indiscutible belleza. En otoño se puede disfrutar de ella con múltiples paseos entre sus hayas, robles, abetos, abedules, sauces, helechos y musgos, que sirven de morada para ciervos, corzos, jabalíes... Ofrece múltiples caminos señalizados para practicar senderismo.

Cueva de Arpea Selva de Irati

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Se dividen entre los integrados en los valles de Aezkoa y Salazar. En el primero puedes visitar la cueva de Arpea, el mirador de Zamariain o el robledal de Betelu. La vuelta al pantano de Irabia, la ruta de Gartxot o un paseo por los altos de Abodi con unas vistas espectaculares te esperan en el valle de Salazar.

Además, desde Irati recomiendan ampliar visita a la espectacular Foz de Arbayún, el puente colgante de Holtzarte y las espectaculares gargantas de Kakueta. Además, existen otras propuestas de turismo activo en plena naturaleza, como rutas en btt, paseos a caballo, descenso por el barranco de Arandari, escalada, navegación en balsa de la foz de Lumbier...