La ruta circular que une las cumbres de Talaia y Ogoño parte del aparcamiento junto al cementerio de Elantxobe, en la costa de Bizkaia. Tiene una longitud de unos 5 a 6 kilómetros, con un desnivel acumulado cercano a los 300 metros, y combina tramos de pista, sendero y roca con vistas abiertas al mar Cantábrico y al entorno de Urdaibai.
El recorrido permite coronar dos pequeños montes con vistas espectaculares sobre los acantilados, y regresar al punto de inicio en forma de circuito circular. Está perfectamente señalizado y es ideal para senderistas con algo de experiencia o para personas que busquen mantener su forma física, aunque no presenta demasiadas dificultades técnicas en condiciones normales.
El inicio es especial
La ruta comienza en el aparcamiento situado junto al cementerio de Elantxobe, un pueblo costero que sorprende por su disposición vertical y su encanto. Las casas están encajadas en la ladera, las calles son empinadas y estrechas, y el ambiente sigue siendo claramente marinero. Es un lugar que mantiene su autenticidad, con un puerto recogido y vistas constantes al mar. Desde el aparcamiento se asciende por las primeras callejuelas hasta enlazar con el sendero señalizado.
El acceso al sendero se encuentra justo antes de la última casa del pueblo, donde un poste indica el camino a seguir, marcado con señalización del sendero, así como con marcas blancas y rojas. A lo largo del recorrido, las señales son frecuentes y claras, y en algunos tramos también se encuentran marcas blancas y amarillas y estacas de madera con información local.
Tramo inicial por bosque
El sendero se adentra rápidamente en un bosque cerrado que conserva una atmósfera húmeda y sombría durante gran parte del año. El terreno es irregular y pedregoso, con raíces y bloques que ralentizan el paso, por lo que es muy recomendable ir con calzado adecuado y atento al suelo, sobre todo en condiciones de lluvia o niebla.
Durante este tramo, el camino rodea la peña de Ogoño, ofreciendo en ocasiones pequeños claros o balcones naturales desde los que se puede observar el mar.
Una atalaya con vistas de 360 grados
Tras un giro siguiendo la ruta marcada, comienza la subida hacia la cima de Talaia con tramos de zigzag entre rocas. Éste tramo puede requerir cierto esfuerzo físico y atención al pisar.

En la cima de Talaia se encuentran una chapa identificativa desde la que hay una vista panorámica excepcional de la playa de Laga, la isla de Izaro, el cabo Matxitxako y la ría de Mundaka. Estos lugares son perfectamente visibles en días despejados y éste se trata de uno de los mejores miradores naturales de la zona.
Camino a Ogoño
El sendero desciende unos metros desde Talaia hasta un cruce señalizado, donde se toma el desvío a la izquierda en dirección a Ogoño o Atxurkulu. La distancia hasta la cima es breve, unos 300 metros, aunque el tramo final se realiza sobre roca, en pendiente y, en ocasiones, con apoyo de manos para mantener el equilibrio, por lo que es conveniente ir preparado físicamente para ello.
La cumbre de Ogoño está marcada por un vértice y tres buzones montañeros. Las vistas desde este punto abarcan toda la costa vizcaina y el mar Cantábrico. Se considera el punto más emblemático del recorrido por su altura y por la amplitud del paisaje visible.
El regreso a Elantxobe
Desde Ogoño se regresa por el mismo camino hasta el cruce anterior, donde comienza el descenso definitivo. Este tramo puede resultar resbaladizo si el terreno está húmedo, por lo que se recomienda extremar la precaución. La bajada conduce al barrio de Olaeta, desde donde se accede a una pista asfaltada que lleva hasta el aparcamiento del cementerio.
Desde aquí es posible continuar la bajada hasta el puerto de Elantxobe, un enclave que merece la visita y en el que podemos parar a comer en cualquiera de sus restaurantes.
La ruta de Talaia y Ogoño desde Elantxobe a solo 30 minutos de Bilbao, es una opción ideal para quienes buscan una escapada de medio día sin alejarse demasiado. Cabe recordar que no es un camino especialmente apto si es la primera vez que vas a hacer una ruta de éste tipo o si no te encuentras lo suficientemente bien físicamente. El tramo no presenta grandes retos pero puede sorprender por sus accesos y sus caminos, sobre todo si el paisaje está húmedo.