Ea es un pequeño municipio de Bizkaia de apenas 800 habitantes, ubicado en la comarca de Lea-Artibai, en plena costa cantábrica. Se sitúa entre Lekeitio y Elantxobe, dos localidades más conocidas, lo que lo convierte en una joya discreta y poco masificada, perfecta para quienes buscan alejarse del turismo masivo.
El casco urbano se encuentra al fondo de una ría que entra choca con el mar, atravesada por varios puentes de piedra. Su estructura urbana recuerda más a un pueblo del interior, pero su carácter costero lo define todo: el puerto pesquero, la playa urbana y el aroma a salitre forman parte del paisaje cotidiano.
Un pueblo encantador
El paseo por Ea es corto pero lleno de encanto. Sus calles estrechas de piedra, sus casas encaladas con balcones de madera y los puentes sobre la ría forman una estampa muy fotogénica. Destacan la iglesia de San Juan Bautista, en lo alto del pueblo, y la plaza del Ayuntamiento, donde se celebran los actos festivos.
Además, no podemos irnos de Ea sin visitar su playa urbana de arena oscura, que se encuentra, como todo el pueblo, resguardada entre acantilados. Ideal para bañarse si el tiempo lo permite, o simplemente sentarse a mirar el mar. Es tranquila, segura y apta para familias. Si buscamos un plan más activo, también podremos pasear por sus acantilados, ya que desde Ea salen senderos costeros que conectan con otros pueblos y permiten disfrutar de vistas espectaculares del Cantábrico. Uno de los más conocidos es el tramo que conecta Ea con Elantxobe, paseo que transcurre por zonas de bosque, prados y mar abierto.
Y tras pasear o bañarnos en su playa, llega la hora de comer. Y es que pese a su tamaño, Ea cuenta con varios bares y restaurantes que ofrecen menús caseros y producto local, desde pescados frescos a platos tradicionales como el marmitako, el bacalao al pil-pil o carnes a la brasa. También puedes encontrar pintxos sencillos pero bien elaborados, perfectos para una comida informal al sol.
De barrio de pescadores a municipio independiente
El nombre de Ea aparece documentado desde el siglo XVI como un barrio de pescadores compartido entre los municipios de Natxitua y Bedarona. Con el tiempo, y por la fuerza de su puerto y su actividad económica, Ea se fue desarrollando hasta convertirse en municipio independiente en 1842.
Su evolución se mantuvo vinculada al mar y a una vida tranquila, ajena a los grandes desarrollos urbanos. Hoy, conserva ese ritmo pausado y rural, que contrasta con otros puntos de la costa vizcaína.
Una escapada sin presión
Ea no es un pueblo con una gran lista de “cosas que hacer”. Y ahí está parte de su encanto. Es un lugar para pasear sin rumbo, comer bien, sentarse al borde de la ría y no hacer nada durante un rato. Para desconectar sin plan previo, en un entorno amable y con el mar a pocos pasos. Un destino perfecto para cuando no tienes nada que hacer... y eso es justo lo que te apetece.