Peña Oroel, montaña de leyendas en Jaca

Espectaculares vistas desde la cima.

Según nos acercamos a Jaca, aparece imponente y desafiante la peña Oroel. Recuerda mucho, por su característica orografía de proa de barco, a montes como Tologorri, pero sobre todo al Beriain. Montaña de leyendas porque se dice que la Reconquista en Aragón se inició cuando unas hogueras en su cumbre indicaban que había de empezar la lucha. Se dice mágica por estar en el vértice oriental de un triángulo cuyos otros dos vértices se sitúan en San Adrián de Sasabe y San Juan de la Peña. Y la última curiosidad de que la rodea es que se comenta que en sus entrañas hubo una mina o un tesoro, el cual, que se sepa, no ha sido hallado.

La ruta que asciende al collado de Las neveras.

Una vez dejado el coche en el parador que dispone de un aparcamiento para unos 50 coches enfilamos el inicio de la travesía. El comienzo es ya de subida dura. No en vano durante los primeros casi tres kilómetros ascenderemos casi 500 metros de desnivel. Pero no entraña más dificultad que la de ser bastante vertical. El camino/sendero por el que transitamos es fácil a pesar de las piedras. Es conveniente no salirse del trazado tal y como avisan carteles que encontramos al principio. Como curiosidad de este tramo de subida se realizan un total de 33 zetas. Una zeta es un cambio de sentido de 180 grados, se trata de la similitud de las curvas de herradura en la carretera. Además, estas 33 zetas están numeradas en diferentes lugares del giro, a veces marcadas en piedras, otras en troncos y la más curiosa de todas es la última, como pista diré que está en la corteza de un árbol. Esto puede ser un aliciente para encarar esta parte tan dura.

Vista desde Punta Sora de la Cruz.

Una vez superada la última zeta el sendero nos lleva al collado de las neveras. Es justo en este momento donde el paisaje cambia por completo. Pasamos de la protección de los árboles, del canto del pájaro carpintero, del abrigo del viento a todo lo contrario. Por fin vemos el cielo sobre nosotros, el viento se deja notar y como sople con fuerza será lo único que escucharemos.

Por delante afrontamos el cresterío de Peña Oroel. Tenemos dos opciones, derecha o izquierda. En caso de no hacer mucho aire es recomendable el camino de la derecha ya que vamos pegados a la cresta y dispondremos de varios puntos donde ver el valle donde se encuentra Jaca. En el caso que el dios Eolo no nos de tregua tomaremos el sendero de la izquierda por el cual iremos más protegidos.

Camino a la cima

Llegado un punto los dos caminos se convierten en uno y ese nos lleva hasta la cima de Peña Oroel (1769m.). Aquí encontramos una gran cruz instalada por el cuerpo de forestales en 1902 y un panel informativo pero lo mejor de todo son las espectaculares vistas en 360 grados de la que disponemos. En un día claro además de ver Jaca, podremos ver muchos tres miles del Pirineo de la zona de los valles occidentales en la parte norte, así como los valles que rodean a la peña el Aragón al Norte, al sur el Tozal de Guara. Todas estas cimas las podemos identificar con el panel situado a la derecha de la cruz.

La cruz de Peña Oroel.

Tenemos la posibilidad de acercarnos a la punta occidental de la peña desde donde podemos observar mejor la canal de Berdún. Una vez disfrutado del espectáculo tomamos el camino de vuelta que es hasta el collado de las neveras igual. Ahí justo a la derecha vemos un cartel donde pone Punta Bacials. Tomaremos ese y justo superado el primer repecho podremos observar a nuestra izquierda unas de las neveras, que dan nombre al collado, donde se conservaba la nieve y el hielo. Antiguamente con el fin de trasladarlo a Jaca, Huesca e incluso Zaragoza.

Vamos caminando sin apenas desnivel, mas allá de unos pequeños repechos y llegamos a Punta Sora desde donde observamos unas vistas muy bonitas de la Peña con su cruz al fondo. Seguimos el sendero y al llegar a un collado giramos bruscamente a la izquierda para tomar el camino de bajada. Podríamos seguir un poco más y llegar a Punta Bacials pero en este caso bajamos ya directamente.

El Parador-mirador de Oroel, inicio y fin de la ruta.

El regreso

La bajada se hace por la denominada senda de los lobos. Quitando el primer tramo un poco vertical y ciertos lugares donde el sendero se estrecha sobremanera no entraña ninguna dificultad. Incluso es más recomendable que la bajada por las zetas ya que el desnivel va poco a poco y no de manera tan fuerte.

El sendero es precioso lleno de vegetación, de paz, de sonidos expresos de naturaleza y la verdad es que disfruta desde el primer metro. Es tranquilo ya que mucha gente va por la directa tanto para subir como para bajar con lo que es posible que no nos crucemos con nadie.

Finalmente llegamos a la carretera, la cual tendremos que remontar aproximadamente un kilómetro hasta llegar al parador donde hemos dejado nuestro vehículo.

Se trata por lo tanto de una excursión indispensable si estamos por Jaca, tanto por su belleza durante toda ella como algo que podemos hacer con las pequeños sin tener que meternos de lleno en Pirineos.