ABITADO por una comunidad de monjas cistercienses de la congregación de San Bernardo, el monasterio, Bien Cultural, está ubicado en pleno casco urbano de Lazkao, en la comarca guipuzcoana del Goierri y fue declarado Bien Cultural del País Vasco en 1994.

Doña María de Lazkano, señora de la casa de Lazkano, lo fundó en 1646, tras el fallecimiento de su esposo, el almirante Antonio de Oquendo y de su hijo Felipe.

El elemento más destacado de este convento de clausura, de austera fisonomía exterior, es la iglesia, con fachada en piedra sillar bien labrada. Sobre el dintel de la puerta, una hornacina acoge una escultura de San Bernardo. El sobrio interior solo se ve alterado por la opulencia del mobiliario y del retablo mayor.

Recogidos dentro de una vieja arqueta, reposan los restos de doña María de Lazkano y su hijo Felipe, mientras que, en el presbiterio, en un cofre de madera forrado con piel, están los de su esposo. En una sala apartada, en el interior del monasterio, se guarda una extraordinaria colección de relicarios. Destaca un anual con 365 huesecillos de santos a los que poder invocar dependiendo del día en que nos encontremos.

En la actualidad, las dieciséis monjas cistercienses que forman la comunidad de Santa Ana conservan una fértil huerta en la que colaboran con Cáritas. Viven del trabajo en un taller de confección y de la encuadernación, elaboran libros de actas de diferentes ayuntamientos de la zona, del obispado, de los institutos Diocesanos, del archivo de Barandiaran en Ataun...

En lo cotidiano, identifican su carisma con el trabajo y lectura en comunidad y con el cuidado de liturgia y con oficios cantados.

Regentan también una pequeña hospedería monástica que ocupa un ala del monasterio. Tienen mucha demanda tanto para la gente que busca un retiro espiritual, como entre los grupos de confirmación, catequesis, grupos de religiosos... También acuden gentes con otras inquietudes, entre los que se encuentran aquellos que se acercan a Lazkao a aprender euskera en su euskaltegi. Como nos comenta la madre hospedera, los grupos que duermen en la zona de literas disponen de una cocina. Ellos se lo guisan, se lo comen y se lo limpian. Extraordinariamente, las mujeres que acuden buscando un retiro espiritual pueden convivir estrechamente con la comunidad tanto en la liturgia, como en las horas de comida.

El archivo del vecino monasterio de los Benedictinos es uno de los más importantes de tema vasco de toda Euskal Herria, imprescindible para conocer los últimos 40 años de nuestra historia. La biblioteca acoge los cuadros de Vicente Berdusan y más de cuarenta mil volúmenes, entre los que se encuentran varios incunables.

Emprendemos un agradable paseo ribereño a orillas del Agauntza, que atraviesa Lazkao de norte a sur. Remontaremos sus aguas hasta la localidad vecina de Ataun donde podremos visitar la casa museo de un ilustre del valle, don Joxe Migel de Barandiaran.

A puertas del monasterio de Santa Ana enfilamos la calle San Prudencio. El palacio de los Lazkano, rodeado de un hermoso jardín, y la monumental iglesia parroquial quedan atrás. Un poco más adelante, nos saludan el ayuntamiento y el frontón. Discurrimos a continuación por la calle Elosegi Hiribarren hasta las afueras del municipio. Recorremos el polígono Zubierreka, donde se encuentra la pequeña ermita de San Juan Bautista situada junto a la casa palaciega Iribe-Aundi, a la cual pertenece.

Conectamos con un precioso camino peatonal que se arrima al río Agauntza junto a la presa de Iribetxiki, que era la zona tradicional de baño para la chavalería de Lazkao hasta la construcción de las piscinas, aunque no es extraño ver aún a algunos mozos mientras disfrutan de un chapuzón cuando las temperaturas acompañan. Remontamos junto a sus aguas a la sombra de un bosque de ribera donde los alisos son los reyes y señores. El llamado Naparbidezar sale a los pastos y camina junto a la carretera. Cruza la calzada a la altura de una gasolinera y atraviesa una pasarela peatonal sobre el cauce. El camino discurre entre setos, huertas y pastos hasta alcanzar las primeras casas del vecino municipio de Ataun.

El recorrido enlaza los barrios de San Martín y San Gregorio y sigue los márgenes del río Agauntza. Por él nos adentramos en el entorno de la casa natal y museo Barandiaran, que rinde homenaje a la obra y a la figura de aita Barandiaran, sin duda, una de las primeras referencias de la cultura vasca de este siglo.

Lazkao está en la comarca del Goierri. Desde Donostia, iremos por la carretera N-1, por la que recorreremos los cuarenta kilómetros que nos separan de Beasain. Lazkao se encuentra a tan solo tres kilómetros de esta última localidad.

2 hora 15 minutos.

8 kilómetros.

Inapreciable.

Sin dificultad.

Elosegi Kalea, 44, Lazkao, Gipuzkoa

Email: cisterlazkao@gmail.com

www: http://cisterlazkao.blogspot.com.es.

Rutas por Euskal Herria

DEL LIBRO: Santuarios, monasterios. Historia, gastronomía arte y excursiones

TEXTO Y FOTOS: Alberto Muro