El exministro José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García están lanzando, coincidiendo con su entrada en prisión, una serie de revelaciones con las que tratan de poner en evidencia al Gobierno de Pedro Sánchez, pero que hasta el momento no se están traduciendo en una colaboración activa con las diferentes líneas de investigación abiertas por el caso Koldo.

De momento ninguno se ha puesto en contacto con la Fiscalía Anticorrupción para negociar un posible pacto que pueda mejorar sus expectativas judiciales a cambio de aportar información relevante, según han asegurado fuentes jurídicas consultadas por EFE.

La información que están ofreciendo en algunos medios es en clave política y nada aporta a las investigaciones en curso, observan las citadas fuentes, que señalan no obstante que su colaboración tampoco sería ya trascendental porque la mayor parte de las investigaciones abiertas están ya totalmente aseguradas.

Es el caso de la trama de las mascarillas por la que han ido a prisión en atención a un "extremo" riesgo de fuga después de que la Fiscalía haya pedido 24 años de prisión para Ábalos y 19 años y medio para Koldo, y las acusaciones populares 30 años de cárcel para ambos de cara a un juicio que parece estar bastante próximo.

Por tanto, en este caso la colaboración de ambos resulta casi innecesaria, al haber fijado ya los investigadores el papel que ambos tuvieron en ese entramado puesto en marcha en plena pandemia con la colaboración del comisionista Víctor de Aldama, cuyas confesiones al inicio de este procedimiento le han valido para que la petición de pena en su caso haya sido más leve, 7 años de cárcel.

"Lucharé por la vedad y la justicia"

Tampoco Ábalos parece proclive a buscar un pacto con la Fiscalía. La biografía que acompaña a su cuenta en X -renombrada 'En el nombre de Ábalos' tras su ingreso en prisión- no deja lugar a dudas y es toda una declaración de intenciones: "Diputado por València. ¡Soy inocente! Aunque pidan 24 años por delitos que no he cometido, lucharé por la verdad y la justicia, aunque digan que soy culpable".

Si cambiaran de opinión, y Ábalos y Koldo decidieran finalmente colaborar con la Justicia en busca de atenuantes, les quedaría de margen el ayudar a apuntalar con algún dato de relevancia las investigaciones por las adjudicaciones públicas a cambio del cobro de presuntas comisiones ilegales o la más incipiente referida a los pagos en efectivo en el PSOE, apuntan las citadas fuentes.

El hijo de Ábalos

Por el momento, las confesiones que han hecho en algunos medios o están haciendo terceros -como es el caso de Víctor Ábalos, hijo del exministro que aparece también en los informes de la UCO- tienen más un alcance político que judicial y ni siquiera han dejado constancia de ellas en un juzgado. De hecho, cuando han sido llamados ante un juez, los dos han optado hasta ahora por acogerse a su derecho a no declarar, como les permite su condición de investigado.

Esa volvió a ser la postura de Koldo García el pasado viernes en su cita con el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno a las pocas horas de ingresar en prisión para ser interrogado acerca de la trama canaria de las mascarillas.

Tanto él como Ábalos han justificado su silencio ante el juez en que no han dispuesto de los elementos necesarios para poder ejercer su defensa - y así tratar de demostrar su inocencia- porque les fueron intervenidos sus dispositivos en los sucesivos registros y no les han sido devueltos, pese a haberlos reclamado varias veces.

Eso podría implicar que cuando los recuperen finalmente se animarían a declarar, o al menos eso es lo que dio a entender Koldo el pasado viernes ante el juez, al que dijo que no disponía de información para responder ya que, según su defensa, necesita acceder al contenido de esos dispositivos para "refrescar" la memoria.